En 1964 se cosecharon en el mundo 752 toneladas de miel. En 2004, la producción fue de 374 toneladas.
Y, de hecho, este año, la miel estuvo a punto de desaparecer de los mercados. Porque las abejas se están muriendo en cantidades enormes. Entre otras razones, porque las están atacando virus contra los cuales no existen remedios eficaces. Y porque el medio ambiente ya no les es hospitalario.
Hoy, cuando personajes del mundo se reúnen en París para deliberar en torno a las medidas que deben adoptarse para luchar contra el calentamiento global, contra la destrucción del ambiente, de los bosques y reservas, se hace propicio hablar acerca de esos pequeños insectos, las abejas.
Tan útiles para el equilibrio ambiental, para la polinización de las plantas, para la diversificación de los cultivos. Sí, pequeñas pero tan indispensables, con un papel más que significativo cuando se habla de calidad de vida, de ecología y de vida y salud humana.
Finalmente, las productoras de la miel: una sustancia llena de energías y de nutrientes.
De sus cualidades se habla desde la Antigüedad. Egipcios, griegos y romanos elogiaron sus múltiples bondades: benéfica para combatir las infecciones y curar las heridas, bondadosa para la piel y el pelo, y amable para el paladar!
Hablemos de su antigüedad: papiros que debieron existir hace 4.500 años, provenientes del delta del Nilo y de Sumaria, mencionan la miel. Como alimento y condimento, como remedio para varias enfermedades y para curar las heridas.
En la Roma antigua, prosperaron los apicultores. Entre ellos, los más antiguos, establecieron una distinción y hablaron de dos clases de miel: la más cara, de calidad óptima, que se cosechaba debajo de las colmenas, éstas dispersas en la naturaleza. La de menor calidad, la que se conseguía al triturar las colmenas.
Sigue la trayectoria: en la edad Media, la mencionan y utilizan tanto en China como en Europa. Siempre con usos terapéuticos y como ingrediente para fabricar panes y otras preparaciones culinarias.
Más cerca de nosotros, durante la Primera y la Segunda guerras mundiales, la miel fue aplicada sobre las heridas de los soldados.
Desde entonces la persigue su fama: excelente para curar heridas y, sobre todo, como antiséptica, vista como una gran enemiga de las infecciones.
Pero también la miel se hace útil en la cocina. Por ejemplo, como ingrediente de una vinagreta, con vino blanco o vinagre balsámico y aceite de oliva, o para caramelizar verduras, frutas y hasta frutos secos como las almendras o el maní.
¿Cuáles son las cualidades de la miel? Cuáles componentes se encuentran en ella?
Según el tipo de miel, varían sus cualidades y los beneficios que aporta al ser humano. Pero, en todas las mieles, se encuentran de todos modos múltiples ventajas y beneficios.
Desde la Antigüedad -como lo vimos- se habló de su cualidad principal como antiséptico y antibacterial. Cualidades que fueron confirmadas recientemente gracias a investigaciones adelantadas en la Universidad de Bonn, Alemania.
Además de ser hidrófila, y quizá gracias a ello, la miel acelera la cicatrización de los tejidos. Se le utiliza además en distintas heridas y problemas de la piel, tales como los furúnculos, las verrugas y los brotes infecciosos.
Contiene además dos proteínas que le confieren la capacidad de actuar como antibiótico: las inibinas que frenan e inhiben la reproducción de las bacterias; y las defensinas que fortalecen el sistema inmunitario del hombre.
Pero hay más: tiene efectos prebióticos lo que significa que, mediante las bifodobacterias y los lactobacilos, favorece la flora intestinal. Así mismo, es portadora de flavonoides, antioxidantes que neutralizan los radicales libres que circulan en el cuerpo y que acaban siendo causa de enfermedades como el cáncer. Pero se advierte que no por ello se le ha confirmado a la miel la facultad de proteger contra el cáncer. A este respecto, entre más oscura es la miel, mayor es su capacidad como antioxidante.
Veamos su composición.
Una cuchara pequeña de miel aporta 65 calorías. Razón por la cual se recomienda su consumo previo al ejercicio para los atletas y quienes practican deportes de intensidad.
- Contiene azúcares que oscilan entre un 78 y un 80 por ciento. Entre éstos, el 38 por ciento suele ser fructosa, el 31 por ciento glucosa, y el 31 por ciento se compone de distintos edulcorantes naturales como la maltosa,sacarosa y otros polisacáridos.
- Contiene un máximo de 18 por ciento de agua.
- Gran cantidad de ácidos aminados libres como la leucina, la lisina, glicina, ácido glutámico, triptófano.
- Sales minerales: 0.1 por ciento para la miel y hasta 0.5 por ciento en el néctar.
- Potasio
- Vitaminas B1, B2, B3 (conocida como PP), B5, B9, D y K.
- Una ínfima cantidad de lípidos o grasas, entre los cuales triglicéridos.
- Enzimas. Estas se destruyen a temperatura de 40 grados o más.
- Factores antibióticos naturales: impiden el desarrollo de las bacterias pero no las matan.
¿Diabéticos?
La miel presenta muy distintos Indices Glucémicos según su procedencia y calidad.
Es así como la miel que es producida del polen de las acacias presenta el IG de 32 mientras que la que es multifloral, que proviene de muy distintas y variadas flores, posee un IG de 80.
Por lo cual su consumo no es aconsejado para quienes sufren de diabetes. Finalmente, la miel es azúcar y, como tal, debe ser eliminada de la dieta de los diabéticos, sean estos de tipo I o de tipo II.
Origen y cristalización
Lo anterior nos lleva a mencionar el origen de la miel.
Hasta el siglo XIX, la miel se conseguía en estado silvestre, natural. Pero el siglo XX asistió al auge de la apicultura, mediante la cual se industrializó su producción. Las abejas hoy pertenecen a empresas -o particulares- que se ocupan de su crianza, construyen sus colmenas y las dotan de las flores y ambientes en donde consiguen el polen.
Así, según el origen floral y la ubicación geográfica, la producción en las colmenas presenta variedades tanto en su aspecto como en su sabor.
El polen entonces puede provenir de una sola variedad de flores o de una multiplicidad de estas.
En cuanto a su cristalización, se establece que todas las mieles adquieren en algún momento, un aspecto compacto. El tiempo de cristalización es muy variable. Depende de distintos factores entre los cuales el equilibrio entre sus dos principales componentes, la fructosa y la glucosa.
Cuando la fructosa predomina, la miel permanecerá durante más tiempo en estado líquido. Caso contrario cuando tiene mayor cantidad de glucosa. La miel puede recuperar su aspecto líquido al ser calentada. Sin embargo, cuando la temperatura es mayor de 40 grados, perderá algunas de sus propiedades.
Guayabo e insomnio...
Y aquí van dos cualidades adicionales:
- Si usted tiene dificultad para dormir, trate la siguiente fórmula dictada por la sabiduría de las abuelas: antes de ir a la cama, diluya una cuchara de miel en un vaso de leche tibia. La liberación de la insulina estimula a su vez la producción de triptófano, aliado del sueño.
- Y si usted estuvo de parranda la víspera y se despierta con guayabo, o ratón, o resaca... Una cuchara de miel le ayudará a sobreponerse por cuanto acelera la oxidación del alcohol en el hígado lo que calma el malestar debido a las muchas copas que tomó.
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