miércoles, 22 de julio de 2015

Una mirada hacia el Alzheimer (1)



La enfermedad de Alzheimer. La llaman la lenta epidemia. O la enfermedad silenciosa. Han llegado a denominarla como el funeral que nunca termina...

No importa cuál sea su denominación. Porque todos, en un momento cualquiera, la hemos oído nombrar. Y, en este siglo XXI, cuando las poblaciones de adultos mayores se han más que duplicado en el mundo, el Alzheimer se ha convertido en uno de los grandes males de la humanidad. 

Con el agravante de que, aún habiéndose dedicado para su estudio, prevención y tratamiento, sumas ingentes y equipos completos de científicos, aún hoy se desconoce lo que produce la enfermedad. Sí existen tratamientos -más paliativos que curativos-, la ciencia sí ha avanzado. Pero aún hay tinieblas.

¿Qué papel juega la alimentación en la enfermedad? ¿Podría de pronto evitarse o prevenirse si se mantuviera durante toda la vida una dieta completa, rica en nutrientes, alejada de los químicos y aditivos?

Nadie realmente tiene una respuesta categórica. 

He querido hoy registrar algunos de los consejos que dan los científicos. La próxima vez, vendrán los resultados de algunas investigaciones.

Comencemos entonces. Estos consejos son básicos.

1) Asegúrese que los niveles de glucosa -o azúcar- en la sangre son normales y se mantienen bajo control. El test para medir la tolerancia de la glucosa es importante para mantener la vigilancia. Si hay en su familia antecedentes de diabetes, estos controles deben ser periódicos y frecuentes. De todos modos, para todos nosotros, es imprescindible evitar el abuso en el consumo de azúcares, golosinas y carbohidratos refinados. Igual debe decirse para el consumo de alcohol.

2) Si usted sospecha que es intolerante o alérgico a ciertos alimentos, químicos, inhalantes u otros productos, solicite un control con un alergólogo. Si es el caso, acate el tratamiento que le formule.

3) En la medida de lo posible, evite y/o elimine todos los aditivos, colorantes artificiales, pesticidas, químicos tóxicos y fuentes de contaminación.

4) A menos que no sea absolutamente indispensable, evite tomar medicamentos que afectarán de manera negativa su flujo sanguíneo, la utilización o absorción de los aminoácidos, la función cerebral, la absorción de vitaminas y minerales o su metabolismo. Si no le es posible evitar esos medicamentos, solicítele al médico que le formule las vitaminas que requiera, o los suplementos de minerales y los nutrientes que le compensen el daño que puedan hacer los medicamentos.

5) Haga todo cuanto le sea posible para evitar las infecciones virales. Aún si, en último caso, esto signifique que tome dosis suficientes de vitamina C y compuestos de zinc.

6) Asegúrese que su cuerpo recibe los mejores nutrientes a través de la dieta que mantiene a diario. Controle que su sistema digestivo funciona a plenitud lo que le permite absorber los nutrientes. Si usted es mayor de 50 años, quizá le convenga tomar suplementos de ácido clorhídrico y vitaminas B más enzimas digestivas. Recuerde igualmente que algunas proteínas, como los huevos y el pescado ayudan a fortalecer sus funciones cerebrales.

7) Tome suplementos de colina y asegúrese de mantener en su organismos niveles adecuados de vitaminas B1 y B6. Este consejo es especialmente válido si es consumidor asiduo de alcohol o si su dieta incluye grandes cantidades de azúcares y carbohidratos refinados.

8) No permita que su organismo registra fallas de calcio, magnesio o vitamina D3, sobre todo si usted se ve expuesto al aluminio.

9) Precisamente, uno de los consejos más reiterados es que evite y/o elimine el aluminio de su entorno. Ni siquiera es conveniente que lo utilice en la cocina.

10) Utilice un buen filtro para el agua.

11) Tome muy pequeñas cantidades de alcohol y solo con las comidas.

12) Para mantener una excelente circulación sanguínea y controlar los niveles de azúcar y colesterol en la sangre, mantenga una rutina de ejercicios y procure aprovechar de los espacios al aire libre.

13) Tanto la vitamina E como la B ayudan al flujo sanguíneo. Asegúrese incluir en su dieta alimentos ricos en ambas.

14) Junto con los ejercicios de su rutina, acuda adonde un quiropráctico o fisioterapeuta para que le ajuste su estructura ósea y muscular. Luxaciones que pasan desapercibidas pueden afectar el flujo normal de la sangre a través de su cuero y en su cerebro.

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