viernes, 13 de mayo de 2016

Deportistas: los no



Ni hambrunas ni comilonas antes de practicar un deporte o una rutina de ejercicios.

Pero antes, digamos que existen los "no" pero también están los "nunca".

Entre éstos, el primero que debemos citar es el de nunca emprender una rutina intensa de ejercicios o la práctica de un deporte extremo si ha pasado los últimos meses meciéndose en una apacible -y muy aburrida!- vida sedentaria. Si lo hace, no solo cada uno de sus músculos pegarán alaridos desgarradores sino que, y es el caso decirlo, correrá el riesgo de desgarrarse un músculo. De quedar tan magullado y desilusionado que, una vez más, regresará al sillón y a la vida sedentaria.

Y otro nunca que debe recalcarse: si usted trasnochó, tomó muchas más copas que las programadas, se levantó con un guayabo -o un ratón o una resaca- monumental, ni siquiera piense en salir a practicar un deporte o su rutina de ejercicios.

¿Por qué? A ese momento, su cuerpo se encuentra deshidratado, su hígado no habrá terminado de metabolizar todo el alcohol, por lo tanto, su organismo estará intoxicado y todo esfuerzo fuerte no le hará ningún bien. Por el contrario: a ese momento, lo único que le será útil y benéfico será descansar y tomar muchos líquidos. Durante varias horas y mientras recupera sus energías. No crea que el ejercicio le curará el guayabo... Más bien lo que puede suceder es que su corazón falle. El riesgo de un infarto lo asecha. No se exponga.

Ahora sí veamos lo que no debe hacer un deportista antes de su prácatica.

- Ni café ni té.- 
Evite tomar cualquier bebida que le excite antes de salir a practicar sus ejercicios. 

El café, tan apetecido al levantarse, tiene la fama de estimular las funciones cerebrales y muchos piensan que facilita la práctica de esfuerzos físicos. Pero no siempre es cierto: más bien tiene un efecto diurético. Además, acelera el ritmo cardíaco lo que produce la elevación de la tensión arterial. Y, de hecho, disminuye el flujo sanguíneo hacia el corazón lo que tiene como resultado una menor oxigenación de organismo.

- Huya la polución.-
Es casi obvio decirlo. Porque, con frecuencia, usted no dispone de lugares bien aireados para practicar sus ejercicios o el deporte.

Sin embargo, téngalo en cuenta: procure no exponerse en los momentos pico de la contaminación. Se ven con frecuencia personas que practican el jogging en las vías públicas, en los momentos de máxima circulación de vehículos. ¿Puede imaginarse lo que sucede en esos instantes en sus pulmones?

Aun cuando cualquiera de nosotros está descansando, la contaminación resulta nefasta para el aparato respiratorio. Lo que deja prever que, cuando se encuentra en movimiento o está agitado, con mayor razón la situación se complica.

Cuando se despliegan esfuerzos físicos, la respiración se acelera. Así mismo ocurre con la frecuencia en la que se inspira el aire medio ambiental, aire contaminado de partículas de dióxido de carbono, sufre u ozono, todos ellos agresores del sistema respiratorio.

Exponerse día tras otro a esta situación desata tos, dificultades para respirar y, a la larga, bronquitis crónica.

- Oído sordo...-
No escuche sus propias quejas. Quizá lleva bastante tiempo programando -y desprogramando- las sesiones de ejercicios. Porque ese día no está animado, o está cansado, o le duele la uña del meñique, o...

Basta. Piense más bien que, después del ejercicio, se sentirá mucho mejor. Y habrán desaparecido los dolores "imaginarios" o fantasma. Más bien comience la sesión y trate de adaptar su intensidad al momento mismo. Concéntrese sobre el cumplimiento técnico más que en su parte física. Y si ese día no alcanza un récord en eficiencia, no importa. Será para la vez siguiente. Cuando no le duelan ni el meñique ni el cuero cabelludo...

- Ojo con los zapatos.-
Este es uno de los aspectos esenciales para todo deportista. Para todos los que tienen rutina de ejercicios pero, sobre todo, para quienes hacen marcha o jogging. 

Existe una recomendación que puede parecer desmesurada pero que le será muy útil cuando se encontrará en pleno ejercicio. Evite comprar sus zapatos por internet, sin ensayarlos previamente y peor aún si no conoce las características del modelo. Evite, y este es un jamás, evite comprarlos por su aspecto estético. Porque están de moda, porque el color es agradable, porque trae cordones fluorescentes... Y, ojalá no le moleste lo que anoto, evite comprarlos porque son más baratos que otros.

Cuando practica un deporte, todo lo que lleva puesto es importante. Pero lo es mucho más el par de zapatos que decida calzar. De ellos dependerá su desempeño y su seguridad física, su tranquilidad mental, más su bienestar. 

Diríjase a un almacén reconocido por su seriedad en la venta de artículos para deportistas. Allí, muy seguramente, encontrará un asesor que le podrá aconsejar el tipo ca calzado que deberá usar para el deporte o el ejercicio programado por usted. Le dirá lo que le conviene y lo que no. Algunos almacenes poseen equipos especiales y tapetes sobre los cuales usted caminará y que registrarán las características de sus pies y de sus pisadas. Es lo ideal. De acuerdo con los resultados, será difícil equivocarse sobre la selección que haga.

Un consejo: compre los zapatos de una talla superior a los que suele usar a diario. Con el ejercicio, más con las medias generalmente más tupidas que las usuales, sus pies se hincharán un poco. Una talla más grande le evitará sentir molestias.

- ¿Qué comer antes?.-
Evite lanzarse al ejercicio o el deporte justo después de almorzar o de cenar. Permítase un reposo de por lo menos 3 horas, tiempo adecuado para la digestión. Un estómago ocupado en procesar los alimentos, sobre todo si con grasosos, acapara la mayor cantidad del flujo sanguíneo lo que deja un poco huérfano el restante del cuerpo. 

Antes de iniciar, prefiera las féculas: pasta, arroz, pan, cereales, las proteínas magras como el pescado, el pollo o el pavo, y las verduras ricas en fibras. En cambio, evite o, por lo menos, limite, el consumo de productos lácteos que pueden maltratar sus tendones.

- Nada de hambrunas.-
Si bien debe eliminar las comilonas antes del ejercicio, también debe evitar salir en ayunas. ¡Peor aún si está con hambre! 

Si no alcanza a comer algo antes de salir de la oficina o de la casa, lleve con usted una provisión: para hidratarse y también para comer. Y consúmala cuanto antes. No espere a sentir hambre o sed. Es indispensable que mantenga en su organismo un nivel adecuado de carburante. No es necesario que tome y coma todo de una vez. Lo puede hacer por sorbos y bocados pequeños, de vez en cuando. Y no olvide que puede llevar barras de cereales y frutos secos. Le aportarán muy buenas energías.

- Disminuya y luego frene.-
Cuando está llegando a término de su ejercicio, evite parar de una vez. Vaya más bien disminuyendo en su intensidad hasta lograr que sus músculos se distiendan sin traumas.

Y otro consejo: si usted ha mantenido una rutina durante un tiempo determinado, quizá largo, no lo interrumpa de la noche a la mañana. A menos que tenga para ello una razón válida. Cuando se interrumpe el ejercicio, se presenta una rápida deterioración del estado físico, los músculos pierden su tonicidad y el sistema circulatorio sanguíneo pierde igualmente su capacidad de dilatarse. Es como si las arterias se volvieran rígidas. 

La actividad física constante proporciona una enorme mejoría a todo el sistema sanguíneo lo que lleva a una óptima circulación de la sangre y a un aporte generoso de oxígeno y de nutrientes para todo el cuerpo.Por supuesto, mientras continúa con su rutina, tiene la garantía de mantenerse en su peso ideal, de evitar los tejidos adiposos y de eliminar los desechos. El ejercicio asegura la longevidad. No desaproveche esa oportunidad!

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