domingo, 13 de octubre de 2013

El bien comer más el bien vivir

Gloria Moanack©


Hace pocos días, iba en un bus que recorría calles de la hermosa Barcelona. Y me detuve a mirar a los pasajeros. Es interesante observar a las personas cuando están en situaciones parecidas a las de compartir el transporte público. Se aprende mucho acerca de la gente y sus costumbres.

Así mismo, siempre he pensado que los supermercados son el lugar idóneo para conocer un pueblo. Los hábitos, la tradición, las riquezas intrínsecas de los seres humanos... Visitar un supermercado, observar los detalles, es como recibir una lección de economía, geografía, sociología y casi historia.

Decía que iba en un bus y de pronto observé que, en la banqueta frente a la mía, estaban sentadas cuatro mujeres. De distintas nacionalidades y distintas edades. Y todas cuatro con notable sobrepeso, casi obesidad.

Noté que no eran ellas las únicas pues, en ese mismo bus, contando a vuelo de pájaro, noté que más de la mitad de los pasajeros estaban muy  pasados de peso. Algunos, muy jóvenes, hecho peculiar para adolescentes tan celosos de su figura.

Pero esto no es propio de los españoles, ni mucho menos: la obesidad se ha convertido en una epidemia mundial. Pueblos de bajos recursos, países del primer mundo, no hay diferencia. Como tampoco la hay entre quienes la sufren: en todas partes se presenta a cualquier edad, hombres y mujeres, y hasta niños, ricos y pobres.

Por supuesto, son múltiples las causas. Pero una sigue siendo primordial: la alimentación. Los errores que cometemos a la hora de cocinar, comprar el mercado, comer. La vida hoy, con su inmensa variedad de opciones, nos debería permitir ser selectivos y más atentos con nuestra dieta.

Decir dieta no es referirse al régimen para adelgazar sino a la comida cotidiana. De hecho, este diálogo que hoy iniciamos abarca una multiplicidad de temas, todos, por supuesto, relacionados de una forma u otra con la alimentación y el bienestar. No se trata de una charla acerca del sobrepeso o la obesidad. Tampoco, y valga la aclaración, esta es una compilación de recetas. Bien comer se aplica a todos nosotros, a nuestros padres y también nuestros hijos. A los que trabajan o estudian, a los que hacen deportes o son sedentarios. Es un abanico ambicioso al que quiere llegar el Buen Comer y el Bien-Estar...

Y este es un tema del que nadie escapa...

Es obvio: todos necesitamos comer, alimentarnos y nutrir nuestro organismo. Hombres, animales y hasta plantas: para todos la nutrición es sinónimo de vida y bienestar, de salud. 

Pero cuando se cometen errores, la comida deja de ser vida para convertirse en deficiencias, enfermedades, disturbios. Hasta para las plantas! Darles demasiadas vitaminas o regarlas con exceso de agua las "intoxica". ¿Qué decir entonces de los seres humanos?

Aquí surge la frase tantas veces repetida: para mantener el peso ideal, para la salud, se debe observar una dieta completa, equilibrada y saludable.

¿Qué significan esos vocablos? Completa? Equilibrada? Saludable? Sí, los comprendemos como términos simples, pero ¿cómo aplicarlo a lo que comemos? 

Es preciso desmenuzar esos componentes/ingredientes para diseñar un menú que, ojalá pudiera ser el ideal. Un menú para cada uno, acorde con sus condiciones, edad, sexo, actividad, ocupación. Comparativamente, un bebé come más que un adulto porque atraviesa un momento inicial de su vida en el que necesita muchas energías para desarrollarse y crecer. Mientras un adulto mayor necesita mucho menos que un adulto de edad media, y se comprende siendo mucho menor su gasto de energías y por ende, sus necesidades.

Así que en este primer diálogo servimos un abrebocas. Y ojalá esté bien adobado para que sea del gusto si no de todos sí de casi todos...

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