Gloria Moanack ©
Cambia el telón de fondo. Atrás quedan las cocinas con sus ollas y baldosas, y la biblioteca con los libros que nos hablan del Buen Comer. Y nos vamos a una granja, allí donde encontraremos el multicolor mundo del Bien-Estar. Con árboles frutales y grandes siembras de vegetales.
En una oportunidad le comentaba a un amigo que, sobre la mesa de mi hogar, todos los días se encontraban cinco distintos vegetales. A lo que este amigo replicó que era imposible comer cinco verduras en una misma comida. ¿Por qué no?, me pregunté, y comenzó un juego: cinco verduras, cinco diferentes colores y, por supuesto, cinco distintos beneficios. Ejemplos los hay, y muchos, y esta es una propuesta tomada al azar: un tomate, una zanahoria rallada, unos "arbolitos" de brócoli cocinados, tajadas de pimentón rojo y amarillo, unas rodajas de cebolla.
A buena hora hemos aprendido a incluir las verduras/vegetales en nuestras comidas. Porque, desde siempre o casi, las frutas han estado presentes. Sin embargo, la relación con las verduras era de odio y amor. El odio gratuito contra verduras como el brócoli, las repollitas de Bruselas o la espinaca!
En la dieta del Buen Comer y el Bien-Estar se recomienda incluir todos los días por lo menos cinco porciones de verduras y frutas. ¿Cómo escogerlas? ¿Algunas son mejores que otras? Una de las sabias normas para no equivocarse es seleccionarlas con una gran variedad de colores. Porque así se garantiza que muchas vitaminas y minerales queden incluidos en la dieta. Las verduras (de las frutas se hablará en otra oportunidad), tienen propiedades distintas unas de otras. Pero igual, existen similitudes entre varias de ellas. Una de las cuales, precisamente basada en los colores. Un ejemplo: las de color amarillo o anaranjado aportan betacaroteno (vitamina A), entre éstas, la zanahoria, la ahuyama. El betacaroteno des indispensable para los ojos y la piel, incrementa las defensas contra las infecciones (inmunidad) y actúa contra el envejecimiento.
Al organizar el menú, se pueden incluir verduras crudas y también cocinadas. Estas últimas se pueden preparar asadas en el horno o sobre una paila, salteadas en un poco de aceite o simplemente cocidas al vapor. Esto se debe a que gran parte de sus propiedades se pierden al ser cocinadas en el agua, sobre todo si se utiliza mucha más agua que la necesaria y si se dejan hervir largo rato. Así, y mientras las vitaminas pueden perderse en entre un 25 y un 60 por ciento, los minerales tampoco se salvan pues quedan en su casi totalidad en el agua. De allí que se sugiera preparar sopas con el agua de la cocción.
Las verduras no solo aportan vitaminas y minerales sino además, fibra que previene y corrige el estreñimiento y ayuda al buen funcionamiento del colon. Proporcionan además fitoquímicos, compuestos y pigmentos con propiedades antioxidantes. A estos fitoquímicos se les atribuyen facultades para prevenir, combatir y reparar daños y desgaste de las células y, por ende, capaces de proteger contra la aparición de distintos cánceres y del mismo envejecimiento.
Contrariamente a lo que sucede con las frutas, las frutas en general aportan pocas calorías: carecen de los llamados macronutrientes (grasas, proteínas y carbohidratos). Se excluyen los aguacates, que, por demás, se suelen incluirse entre las frutas, que sí tiene un alto porcentaje en grasa -no saturada- y que es citado como un muy benéfico alimento capaz, entre otros de combatir el colesterol. Con tantas cualidades y beneficios ¿alguien podría dudar que se hable de la magia de los colores cuando se habla de verduras?
Bondades
- La cebolla es gran fuente de fitonutrientes. Ayuda a combatir virus y bacterias y previene inflamaciones y alergias. Se debería comer una cebolla mediana todos los días, especialmente si se sufre de artritis, colon irritable, asma, fiebre de heno y problemas en la piel;
- El ajo: se le asemeja a un antibiótico por su facultad de combatir bacterias. Previene la aparición de hongos, trombos y cáncer. Ayuda a prevenir el infarto cardíaco. No pierde sus propiedades al cocinarse;
- Brócoli, repollitas de Bruselas, coliflor, repollo: alimentos poderosos para desintoxicar. Son ricos en calcio, magnesio, potasio, hierro y vitamina C. Por su alto contenido en betacaroteno y luteína, con benéficos para los ojos. Se les atribuyen facultades para prevenir ciertos cánceres como el de pulmón y seno. La luteína se encuentra igualmente en otras verduras: arvejas, aguacate, ahuyama y pepino (cocombro);
- Tomates que también suelen incluirse entre las frutas, son clasificados como "súper alimento". Sus nutrientes se incrementan con la cocción. El licopeno, pigmento vegetal, sustancia reina de los tomates, se encuentra tanto en las cremas como en las salsas y concentrados enlatados. Ayuda a proteger contra varios cánceres entre los cuales próstata y seno;
- Repollo, espinacas, acelgas aportan ácido fólico (de la familia de las vitaminas B);
- De nuevo el brócoli y las espinacas más otras verduras de hojas verdes oscuras, las repollitas de Bruselas contienen hierro lo que las hace recomendables para combatir y prevenir la anemia. Su efecto se ve potencializado en presencia de vitamina C.
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