El primero es el bulbo de una raíz, el segundo una fruta. Aparentemente no tienen nada que ver el uno con el otro, salvo que ambos nos llegaron del Lejano Oriente.
Y ambos, además, tienen propiedades curativas Así lo aseguran los médicos chinos y lo confirman investigadores occidentales.
El jengibre al que se le han endilgado propiedades afrodisíacas, es a la vez un condimento y una planta medicinal. Lo que se consume en ésta no es ni la planta ni las raíces sino una especie de bulbo o rama subterránea que contiene en sí todo el poder nutritivo de la planta. El kiwi, por su parte y como bien lo sabemos, es una fruta que, por su inmensa difusión en los mercados, dejó de ser exótica. De ella se dice que tiene en su pulpa tanta vitamina C que una sola fruta cumple con la dosis diaria requerida por cualquier persona de la misma vitamina.
Precisamente es esta riqueza la que hizo que los médicos chinos le atribuyeran una multiplicidad de bondades capaces de obrar contra numerosas enfermedades.
Vayamos por parte.
El kiwi
Llamado en China grosella silvestre. Fue bautizado como kiwi en Nueva Zelandia en homenaje al pájaro nacional que lleva ese mismo nombre.
La fruta comenzó a ganar su fama en China a raíz de las investigaciones adelantadas en una región en donde habían sido registrados incontables casos de cáncer de esófago. Esos cánceres, según las investigaciones, eran atribuidos a altísimos niveles de nitritos que se encontraban en los alimentos y tierras de esas regiones.
Profundizando en las investigaciones, concluyeron que esos mismos pacientes registraban niveles demasiado bajos de vitamina C. Fue cuando comenzaron a suministrarles suficientes cantidades de kiwis y otros alimentos ricos en la vitamina, obteniendo una reducción muy significativa de los casos de cáncer.
Otra bondad del kiwi es su alto contenido en potasio y bajo en sodio. Como es obvio en esta clase de frutas, carece igualmente de grasas. Estas características lo hacen apropiado para contrarrestar la tensión arterial alta. Para los diabéticos, sin embargo, por su tenor elevado en azúcar, no es recomendado su consumo en más de una fruta y media al día.
Un detalle para quien desee agregarlo a una gelatina: el kiwi crudo contiene una enzima que impide que la gelatina se compacte. Así que, antes de incluirlo en cualquier preparación que contenga gelatina, póngalo previamente a hervir unos minutos.
El jengibre
Hasta hace pocos años, y antes de que la culinaria del Lejano Oriente penetrara en el mundo occidental el jengibre era algo bien exótico, encontrado en los mercados muy especializados, buscado por los gourmet o por quienes habían viajado y vivido en China, Japón, Malasia e India, u otros países del Lejano Oriente.
Hoy, ya lo sabemos, comer sushi es tan usual como pedir una carne asada, una hamburguesa o un perro caliente con papas fritas! Y a la par con el sushi (japonés) servido con su jengibre, otra gran cantidad de preparaciones se han colado en nuestras cocinas haciendo del jengibre un condimento muy apreciado. Hasta para confeccionar galletas y helados se le utiliza!
Jengibre significa "en forma de cuerno". Inicialmente se ubica su origen en Malasia e India. No siendo una planta salvaje, puede reproducirse mediante semillas o con el mismo bulbo subterráneo.
Un análisis químico del producto permite detectar en él varias moléculas entre las cuales el gingerol, el shoagol, el paradol y el zingerón. Todas ellas le confieren el sabor peculiar muy pronunciado.
Pero más allá de su química, es a sus propiedades medicinales que se le ha de apreciar. Entre sus bondades se citan las de ser antiinflamatorio y analgésico, así como sedante y capaz de impedir la formación de trombos.
En un nivel más cotidiano, el jengibre, preparado como infusión o té, ha sido utilizado para aliviar las náuseas, los catarros o resfriados y los dolores de cabeza. Pelado y secado al sol, se utiliza también para matar lombrices y otros parásitos intestinales. Y, así como calma las náuseas, es igualmente utilizado para provocar vómito lo mismo que sudoración. Como ungüento externo, ayuda al tratamiento de los reumatismos.
Las presentaciones del jengibre son numerosas: se le encuentra en su presentación natural, como bulbo, en cápsulas que encierran el polvo (en las tiendas naturistas), en tinturas y extractos. Como condimento se le puede adquirir en los mercados, embotellado y molido o pulverizado.
A pesar de sus bondades, se desaconseja abusar de su consumo y uso. De manera especial para quienes están bajo tratamiento para combatir los cálculos biliares, y para quienes sufren de problemas cardíacos y toman anticoagulantes y medicamentos para tratar de la diabetes.
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