Decía un médico que a los espermatozoides les sucede lo mismo que a usted o a mí cuando permanecemos durante mucho tiempo expuesto al sol. Se nos aflojan las piernas, nos volvemos perezosos, perdemos vitalidad.
Así ocurre: cuando son sometidos a altas temperaturas, bien sea porque están aprisionados en pantalones o interiores muy estrechos, o cuando se toman duchas con agua muy caliente, los testículos se vuelven perezosos. Lo que significa que producirán menos esperma.
Y si esto ocurre antes del acto sexual, descenderá de manera significativa la habilidad de los espermatozoides para treparse por las paredes de la vagina y fertilizar el óvulo.
Esta es la introducción para la siguiente pregunta: ¿qué tan listo se encuentra usted para asumir la paternidad? Usted y su pareja están deseosos de tener un hijo, se siente usted capaz de aceptar todos los cambios, a veces radicales, que se irán presentando durante la espera de ese futuro bebé y una vez que éste haya entrado a su mundo, a su vida?
Si entonces su respuesta es negativa, conviene comenzar a prepararse. No solo en su mente, no solo ejercitándose para nuevas rutinas y horarios. Sino también para los cambios que le estará exigiendo su organismo para la procreación.
A su pareja, se le ha trazado una lista larga de consejos y exigencias: dejar de fumar, no tomar más de una o dos bebidas alcohólicas ocasionalmente, cuidar de su alimentación, que sea rica en nutrientes, hacer ejercicios, perder algo de peso si está en exceso, etcétera.
A usted, ¿qué se le va a aconsejar? Ya que se solidariza con su pareja, que esta solidaridad sea plena. De todos modos, usted juega un papel de inmensa importancia en la concepción y para el feliz desarrollo del feto.
Estos son los consejos que se le dan pero antes es conveniente recordarle que la vida e integridad del esperma es delicada. Se debe enfrentar a peligros pero que se pueden soslayar y que son:
El tabaco.- Existen evidencias confirmadas de que el tabaquismo reduce la actividad y secreción de hormonas masculinas e interfiere en el desarrollo del esperma. Este necesita grandes cantidades de vitamina C y el tabaco destruye la vitamina. Eventualmente puede causar cambios genéticos que conducirían al nacimiento de un bebé con malformaciones.
El alcohol.- Investigaciones adelantadas sobre animales confirmaron que las bebidas alcohólicas también son capaces de producir daños severos en el esperma además de que podrían llevar a malformaciones en el futuro bebé. Si usted está pensando en tener un hijo, limite el consumo de alcohol a dos o tres tragos por semana. Comience a aplicarlo a partir de los tres meses anteriores a la concepción.
Los metales.- Una muy amplia gama de sustancias que contienen metal puede también causar daños en el esperma. Analice a su alrededor posibles depósitos de metales, difíciles muchas veces de ser detectados. Unos ejemplos pueden ser las conservas de frutas ácidas enlatadas, alimentos cocinados en papel aluminio, sustancias contenidas en los desodorantes y champús. Evite cocinar en ollas de aluminio, así como las ollas de presión y las teteras. Lea con atención los ingredientes de los alimentos que compra, muchos de ellos ya listos para consumir. Algunos contienen entre sus ingredientes, sustitutos de la leche que contienen sales de aluminio.
¿Qué comer?
Así como cualquier célula de su cuerpo, las células del semen dependen casi totalmente de los nutrientes que les aportan los alimentos.
Así se comprende mejor por qué debe cuidar de su alimentación durante los meses previos a la concepción. Por supuesto, cuidar lo que se come debe ser tarea de toda la vida, pero en este momento hablamos de esos meses previos durante los cuales usted pondrá aún más atención.
1) Una dieta saludable, balanceada le garantizará una nutrición completa y le permitirá recibir todas las vitaminas, minerales y micro elementos indispensables.
2) En lo posible, asegúrese de que los alimentos que consume sean orgánicos. Estos, ya lo sabemos, no contienen químicos ni insecticidas, hormonas o antibióticos que pueden interferir en el valor nutricional de su comida.
3) La vitamina C es especialmente importante para evitar que las células del esperma se deformen o se hagan menos ágiles. Consuma buenas cantidades de frutas sin olvidar las naranjas, mandarinas y toronjas, la guayaba y el kiwi. Prepárese un vaso de jugo de fruta y trate de que en todas sus comidas sea incluida una gran variedad de verduras crudas y cocinadas. Si tiene dificultades o dudas acerca de su alimentación, pídale a un médico que le recomiende un complejo vitamínico que incluya minerales.
4) Para asegurarse un buen aporte de hierro, proteínas y vitaminas B, consuma -sin abusar- carne roja y pollo. Recuerde de buscarlos orgánicos para evitar que los antibióticos y hormonas que les suministran a los animales afecten su virilidad y la integridad del esperma.
5) Consuma productos de mar como las ostras, y semillas de ahuyama para obtener zinc, nueces del Brasil y granos integrales para el selenio. Mientras las verduras de hojas verdes y las frutas ya mencionadas le aportarán betacarotenos, las nueces, el aceite de oliva, los aguacates serán una fuente invaluable de vitamina E, indispensable para la fertilidad.
6) No está de más recordarle que es conveniente practicarse los exámenes de sangre de rutina y para control, que incluyan la glicemia y el colesterol. Así mismo, no olvide hacerse el examen de los testículos, sobre todo si es un adulto joven. Cualquier anomalía, por pequeña que sea, debe ser consultada.
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