Ají, y entre más picante mejor. Le despejará la nariz y le ayudará a apaciguar los problemas respiratorios. No solo los pasajeros, ocasionados por una bronquitis o una gripa, sino también los crónicos.
La recomendación es tal que se le aconseja agregar entre 10 y 20 gotas de Tabasco a un vaso de agua y beber la mezcla. O hacer gárgaras con ella.
También se le aconseja masticar el ají picante, comer por lo menos tres veces a la semana platos mexicanos -por supuesto picantes-, y agregar dientes de ajo enteros y pelados a la sopa. Si usted pasa unos segundo el ajo por el microonda antes de llevarlo a la sopa, permitirá que conserve su principal sustancia terapéutica, la aliína.
¿Cómo surgieron esas recomendaciones, a primera vista descabelladas?
Se desprenden de investigaciones llevadas a cabo en la Universidad UCLA por el profesor de medicina y neumólogo Irwin Ziment. Según lo anota Jean Carper, en su libro "Los alimentos: Medicina milagrosa", el investigador se basó en la lectura de antiguas publicaciones médicas para llegar a la conclusión de que los alimentos empleados durante siglos contra las enfermedades respiratorias son muy semejantes a las drogas modernas. "El mismo Hipócrates formulaba vinagre con pimienta para aliviar las infecciones respiratorias".
El ají y otros alimentos picantes cumplen una función bien específica: adelgazar y movilizar las secreciones pulmonares para que no taponen las vías respiratorias y puedan ser expulsadas a través de la tos". Así mismo, en su función denominada como mucocinética, movilizan el moco y ayudan a despejar la nariz y garganta cuando hay resfriados y gripas lo mismo que fiebre del heno. El ají cumple su misión gracias a la capsicina, sustancia que lo hace picante. Esta misma sustancia se encuentra en gran número de jarabes expectorantes que se encuentran en el mercado y que son de venta libre.
De acuerdo con las investigaciones del doctor Ziment, la aliína que le da sabor al ajo, se convierte en el organismo humano en una droga -de venta en las droguerías- típicamente europea para regular el flujo del moco.
Así mismo, el principal agente químico activo del rábano picante, perteneciente a la familia de la mostaza, es el isotiocianato de atilo o aceite de mostaza, el cual irrita las terminaciones de los nervios olfativos con lo que produce lagrimeo y salivación.
Existen otros muchos alimentos que ayudan a combatir la gripa y los resfriados. Entre ellos, se encuentran el ajo y la cebolla. El consejo es el siguiente: cuando sienta que le comienza el dolor de garganta, coma un poco de ajo o de cebolla para ahuyentar el resfriado o la gripa.
Tal como dice la medicina popular, tanto el ajo como la cebolla matan los virus causantes de los resfriados. Es más: el extracto de ajo y el mismo ajo se han utilizado a través del mundo para curar distintas enfermedades entre las cuales, ya dicho, los resfriados. En Rusia es tan común que se le conoce como "penicilina rusa"... Y las investigaciones lo comprueban: están confirmadas sus capacidades de actuar para combatir tanto las bacterias como los virus fuertes.
Por supuesto, existe el gran inconveniente de lo que queda en el aliento... En diversas oportunidades, las píldoras de ajo cumplen también el papel. Y no dejan mal aliento!
Pero estos no son los únicos remedios populares contra los resfriados. Acordémonos de los que decían las abuelas: la sopa de pollo.
Sopa que, según el doctor Ziment, tiene propiedades medicinales. "El pollo come muchos alimentos proteicos, contiene un aminoácido natural denominado cisteína, el cual se libera al preparar la sopa".
La cisteína, según las investigaciones, tiene un gran parecido químico con la acetilcisteína , droga formulada en los casos de bronquitis e infecciones respiratorias. Para un mayor efecto descongestionante, se aconseja agregarle a la sopa mucho ajo, cebolla, pimienta y condimentos picantes como el curry, más ají.
Y no hemos terminado porque llegan al escenario las tisanas para combatir el dolor de garganta y la tos. Aquí se citan cuatro fórmulas que fueron aprobadas por científicos:
- Ponche ruso de rábano picante.- Agregar a un vaso de agua tibia una cucharadita de rábano fresco rallado, una cucharadita de miel y otra de clavos molidos. Para que quede bien disuelta, se debe estar revolviendo todo el tiempo mientras se va bebiendo por sorbos. Se puede igualmente usar para hacer gargarismos.
- Tisana de raíz de regaliz.- Este actúa como analgésico, alivia la garganta irritada y suprime la tos. El regaliz, que es una planta, se debe usar con moderación pues tiende a elevar la tensión arterial.
- Gargarismos de salvia.- Recomendado por los médicos alemanes para combatir el dolor de garganta y la amigdalitis. Se prepara así: agregar una o dos cucharaditas de hojas secas de salvia en una taza de agua hirviendo. Dejarlas en infusión durante 10 minutos. No debe administrarse a niños menores de dos años.
- Jarabe de cebolla para la tos.- Se ponen a cocinar al baño María seis cebollas blancas picadas y se les agrega media taza de miel. Cocinar a fuego lento durante dos horas y colar. El jarabe se ha de tomar a intervalos regulares, de preferencia tibio.
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