Usted, yo, todos nosotros estamos en permanente actividad. Física o mental. Las 24 horas el días, los 7 días de la semana. Desde el nacimiento hasta los últimos días...
Y esta permanente actividad acaba pasando factura. Nuestras células van perdiendo su protección y el cuerpo se cansa. Se agota.
Así, este cuerpo comienza a soñar de un viaje tranquilo, sereno, en un ambiente en el cual no estaría sometido a los asaltos permanentes de ataques radicales: el tabaco, el alcohol, el estrés, la exposición a los rayos solares UV, la polución, los medicamentos...
¿En dónde encontrar ese viaje? En nosotros mismos. Mientras comencemos a asumir decisiones que nos aporten beneficios y ayudas. Decisiones que, todas, conducen a la búsqueda de antioxidantes.
Hablamos de todo el cuerpo pero hoy, en particular, nos referimos a los ojos. Ellos también necesitan protección. Porque ellos tampoco descansan. Júzguelo por usted mismo:
El trabajo cotidiano frente al computador, el uso frecuente de la televisión, los que son adictos a la lectura durante las horas nocturnas, cuando se viaja en largos recorridos por las carreteras. Cuando el sol encandelilla, cuando por el contrario, se trabaja y vive en ambientes de luces tenues. Los estudiantes cuando están en épocas de exámenes. Estas y muchas otras situaciones que acaban produciendo una sensación de mucho cansancio ocular.
¿Cómo proteger los ojos? ¿Cuáles son los antioxidantes que nos ayudarán?
- Los polifenoles o flavonoides. Ejercen una acción protectora específica sobre la microcirculación, la protección de todas las membranas del ojo, en especial de sus vasos sanguíneos.
- Un extracto de arándanos. Fruta que tiene un poder antioxidante extraordinario. Su capacidad para impedir la oxidación y la inflamación de los vasos sanguíneos ha sido científicamente comprobada.
- La luteína y la zeaxantina, dos carotenos que protegen la retina contra la oxidación. Es preciso recordar que los pigmentos naturales de los ojos son conformados por estos dos antioxidantes. Estos mismos ayudan a filtrar la luz azul nociva que se desprende de los rayos solares.
- Otros antioxidantes pueden igualmente reforzar la protección de los ojos: la vitamina C natural (proveniente de frutas y verduras frescas), el licopeno, el betacaroteno natural (abundante en las zanahorias y otras frutas y verduras de color amarillo, anaranjado y rojo).
¿Por qué son tan poderosos los arándanos? Por la sustancia que les da el color azul-morado conocida como los antocianosides. Sustancia que, por sí sola, posee los efectos antioxidantes poderosos.
De hecho, los arándanos fueron utilizados, varias décadas atrás, por los aviadores de la Fuerza Real de Aviación para agudizar su visión durante los vuelos nocturnos.
Ojos secos
La resequedad de los ojos puede originarse por diversas causas: un medicamento, varios años de uso de los lentes de contacto, a veces durante la menopausia.
Para remediarla, se aconseja utilizar varias veces al día gotas de suero fisiológico o lágrimas artificiales, ambas soluciones fáciles de conseguir en las droguerías (o farmacias).
Médicos oftalmólogos han observado el efecto benéfico de los antioxidantes para evitar o remediar la resequedad de los ojos.
Fue así como se demostró el interés positivo de utilizar un ácido graso esencial, el GLA (ácido gamma linoléico). Este forma parte de los complejos de antioxidantes que acompañan el tratamiento local de los ojos secos.
Se encuentra el GLA en varias sustancias:
- los carotenos como el licopeno y el betacaroteno,
- el zinc,
- la vitamina E,
- la vitamina C,
- el selenio.
Daños por oxidación
Como la catarata y la degeneración macular, ambas responsables de causar ceguera.
Numerosos estudios se desarrollaron para evaluar la prevención de estas enfermedades mediante la micronutrición. Uno de estos estudios AREDS-1 (Age related disease study), publicado en 2001, mostró los beneficios que aportan complementos con vitaminas C y E, con zinc y betacarotenos.
Un segundo estudio, publicado en el 2013 y conocido como AREDS-2 y NAT-2 (Nutritional AMD Treatment 2), demostró que:
- un suplemento con carotenos asociados con vitaminas C y E más zinc disminuye en un 26 por ciento el riesgo de sufrir de degeneración macular ligada con la edad;
- un suplemento con omega 3 (DHA, omega 3 de cadena larga) disminuye en un 68 por ciento ese mismo riesgo.
Es preciso aclarar que existen dos clases de degeneración macular ligada a la edad: en un 80 por ciento, es una clase seca para la cual no existe ningún tratamiento, y la forma líquida (20 por ciento restante) que puede reaccionar de manera positiva a medicamentos específicos.
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