miércoles, 5 de febrero de 2014

Señores, pasen al tablero




La infertilidad no es solo asunto de las mujeres. Ustedes, señores, también pueden ser protagonistas. Es más: se calcula que el 50 por ciento de las parejas que no pueden concebir hijos se origina en problemas registrados en el hombre; el 50 por ciento restante es ocasionado por fallas en el organismo de las mujeres.

La fertilidad. Es irónico observar que tantas mujeres acuden al aborto mientras un número altísimo de parejas no logra un embarazo. Se ha establecido que la infertilidad se ha convertido en un problema acucioso, cada vez más frecuente, se manera especial en las naciones desarrolladas. Son altamente responsables de ellos el estrés y la polución, la contaminación y las drogas -entre ellas el alcohol y el tabaco-, la iniciación demasiado temprana de relaciones sexuales. Pero no son los únicos: la alimentación ocupa un lugar prioritario, tanto en el hombre como en la mujer.

Más adelante tendremos oportunidad de hablar de la mujer, de su estado nutricional y su salud con relación a la posibilidad de llevar a término feliz un embarazo. Hoy, les dedicamos, señores, toda nuestra atención. Obviamente, los hombres son primordiales a la hora de hablar de embarazo... ¿O acaso puede ser concebido un bebé sin la activa participación de un hombre? De él en persona o de, por lo menos, su semen?

La alimentación tiene un impacto directo sobre la calidad y la potencia del semen. Investigaciones comprueban que el mal comer, el fumar y el consumir alcohol como práctica cotidiana reducen de manera significativa la calidad y la cantidad del esperma haciendo más difícil la concepción de un hijo. Por ello, solo una vida saludable previa y permanente, con una nutrición balanceada y completa, con un estilo de vida que incluya rutinas de ejercicios y disciplina, es garantía para una plena fertilidad que concluya en una concepción y un embarazo. Esto es igualmente válido para las mujeres.

Hemos visto lo que es una dieta saludable. Sin embargo, recordemos que es un comer -Buen Comer- que carece al máximo de grasas saturadas, comida chatarra, aditivos y preservativos. Es, por el contrario, rica en alimentos naturales -orgánicos si se puede- con productos no refinados, proteínas de muy buena calidad y muchas leguminosas, verduras y frutas. A manera de ilustración se cita el caso de un grupo de daneses considerados como los mejores "productores" de semen del mundo. Unos hombres que viven en campos agrícolas en donde cultivan productos orgánicos con los que además se alimentan.

¿Qué necesita un hombre para garantizar su fertilidad y tener un esperma de alta calidad? Hablamos, por supuesto, de hombres en ausencia de enfermedades que puedan alterar sus órganos sexuales. Lo que necesitan es una serie de nutrientes que le serán favorables, entre los cuales:

- Zinc. Es vital para el mismo desarrollo del semen. Cuando carece de zinc, hay déficit de espermatozoides lo que significa que el semen es pobre. Las fuentes de este mineral son, entre otras: pescado, algas marinas, arroz y cereales integrales, leguminosas, germen de trigo, pollo, semillas de ahuyama y ajonjolí, arvejas, huevos.

- Manganeso. Esencial para garantizar la salud de los testículos. Su ausencia implica la degeneración de éstos, esterilidad y ausencia de libido. Entre sus fuentes: aguacate, banano, ciruelas, frambuesas, lechuga, arveja, avena, nueces y semillas, algas marinas, leguminosas y cereales integrales.

- Selenio. Incrementa el conteo de los espermatozoides. Está en las nueces del Brasil, la cebada, brócoli, espárragos, ajos, piña, germen de trigo, leguminosas, pescado y huevos.

- Vitamina E. Influye de manera benéfica sobre la calidad del semen, haciéndolo más fértil. Se encuentra en las nueces y semillas, aceitunas, aguacates, avena, germen de trigo y aceite de oliva prensado en frío.

- Vitamina C. También eleva la calidad del semen. Todos los frutos rojos, incluidas frambuesas y fresas, son buena fuente de la vitamina C. Como lo son igualmente frutas como la guayaba y el kiwi, los cítricos, el tomate, los pimentones, las arvejas. Se recuerda que la vitamina C se conserva en las frutas y verduras crudas pero se pierde al ser cocinada en mucha agua.

- Acidos grasos esenciales. Se encuentran en todas las semillas incluidas las de ahuyama, girasol y ajonjolí, nueces del nogal, aguacates, trucha, salmón, arenque, sardinas y aceites prensados en frío.

- Vitamina B12. Importante para la producción de las células del semen. Está en el pollo y los huevos, en los productos lácteos, salmón y otros pescados.

- Potasio. Es otro de los minerales importantes para la virilidad. Se encuentra en las leguminosas, verduras, en la cidra y el vinagre, granos y arroz integrales, albaricoques, bananos y aguacates, dátiles, higos, nueces y ahuyama.

- Aminoácidos, que son llamados los bloques constructores de las proteínas. Ayudan a contrarrestar la fertilidad deficiente y el esperma débil. Entre sus fuentes están el pollo y los huevos, lentejas, quinoa, arvejas.

- Vitamina D y calcio. Su deficiencia afecta la fertilidad. Como fuentes de calcio se incluyen la leche y sus derivados, verduras verdes, pescados enlatados con sus espinas, almendras, avellanas, semillas de ajonjolí, tahini, wakame y alfalfa. La vitamina D se encuentra en los huevos y el pescado aunque generalmente es mal absorbida. La exposición a los rayos solares es buena fuente.

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