lunes, 24 de febrero de 2014

Usted y las migrañas



Hay alimentos que tienen muy mala fama cuando de migrañas se habla. Mala fama bien merecida: algunos de ellos son bien conocidos como el chocolate, el vino rojo, los quesos maduros y la cafeína.

Bien lo saben las personas que sufren de frecuentes jaquecas. Son estos los primeros productos que los médicos aconsejan evitar o eliminar de la dieta cotidiana. Pero si ellos fueran los únicos malvados, el asunto sería casi trivial o, por lo menos, más fácil de solucionar. Sin embargo, una multitud de otros productos actúan de manera asolapada como instigadores de migrañas. No despiertan siquiera sospechas y por ello son los peores protagonistas. Porque, hasta llegar a detectarlos, acusarlos y condenarlos, pueden pasar meses y hasta años. Y la persona, mientras tanto, sigue sufriendo de sus dolores.

Esos productos asolapados son tan inofensivos en apariencia! ¿O acaso usted sospecharía que el arroz o el yogur o una tajada de pan, o si acaso un banano son capaces de tumbarlo a la cama y de incapacitarlo como suele suceder cuando se presenta la migraña más fuerte? Comencemos a sorprendernos pero, más que eso, despertemos al detective que suele dormir en nosotros para que examine, analice, investigue. Es cuando saldrán a la luz las sorpresas y los malvados, aquellos que nos pudieron acompañar a lo largo de varios años ataviados con la piel del buen amigo pero que, señalados, acaban siendo los peores enemigos. Capaces de alterar la calidad de vida de cualquier persona, niño o adulto. 

No caben dudas: la alimentación juega un papel decisivo y fundamental e un sinnúmero de casos de migrañas. Sin embargo, ella no es la única. Se comienza por enumerar la predisposición genética o sensibilidad hereditaria a sufrir de migrañas. Se habla igualmente de intolerancias a ciertas sustancias, de fallas orgánicas o deficiencias para metabolizar o absorber ingredientes u otras sustancias como preservativos o saborizantes. Se menciona así mismo la conjugación de varios factores como los trastornos del sueño junto con un alimento, o la mezcla de dos productos tales como vino rojo y salchichas. Lo que significa que, en muchos casos, la alimentación por sí sola, un solo producto solo no son siempre los causantes de los dolores de cabeza.

De por qué se desencadena una migraña con un alimento, de cuál es el mecanismo, no es siempre muy claro. Sin embargo, se establece que algunas sustancias químicas presentes en algún alimento, como las tiraminas y el nitrito, pueden ejercer una acción directa sobre el cerebro, desencadenar cambios neurales y vasculares, estimular la constricción de vasos sanguíneos o la dilatación de los mismos. Todos estos cambios y reacciones trazan el camino hacia la migraña.

Antes de enumerar los productos que pueden ser tildados como culpables, vamos a revisar los que ya han adquirido su mala fama Entre ellos, las aminas. Estos son compuestos químicos que se encuentran en una gran cantidad de alimentos. Entre los cuales se incluye el chocolate. Ya en la antigua Grecia se decía que el dátil causaba dolor de cabeza. Hoy, al analizarlo, se establece que, en efecto, en su estructura química, los dátiles contienen una amina. El chocolate, por su parte, también la contiene y es la feniletilamina. Los cítricos, otros desencadenantes de la jaqueca, contienen octopamina.

Pero la amina más frecuentemente inculpada es la tiramina. Se le encuentra en bebidas como el vino rojo, y en alimentos como los quesos curados o maduros, el yogur, la crema agria, algunos pescados como los arenques, carnes curadas o procesadas (jamones, salchichas), en productos elaborados con levadura (panes y tortas), frutas entre ellas los higos, dátiles y uvas pasas, las nueces y el repollo conservado en vino o vinagre.

Ya vemos porque, entre las bebidas alcohólicas, el vino es el mayor instigador de las migrañas. Así mismo se confirma la culpabilidad del chocolate. Vayamos más adelante en las observaciones. Así, dos sustancias insospechadas entran al escenario: el aspartame y el glutomato monosódico. La culpabilidad del primero, conocido edulcorante artificial, se dedujo después de ser sometido a varias investigaciones. En éstas se observó la reacción de los pacientes que lo consumían y que no solo sufrían de dolor de cabeza sino de otros síntomas tales como mareos, debilidad y trastornos de la visión.

En cuanto al glutomato monosódico, se le culpó del llamado síndrome del restaurante chino: el dolor de cabeza va acompañado por otros síntomas como ardor y hormigueo en el rostro y el pecho, sudoración, calambres abdominales y mareos. No todas las personas metabolizan el glutomato lo que lleva a la acumulación de la sustancia en la sangre y el desencadenamiento del dolor de cabeza y los demás síntomas. El producto se utiliza para realzar el sabor de los productos procesados y se le encuentra con frecuencia en muchas de las salsas que se ofrecen en los restaurantes chinos. No figura de manera discriminada en la lista de las etiquetas de los productos, si acaso puede aparecer como proteína vegetal hidrolizada o extracto de Kombu. 

En la lista de los más culpables se incluye la cafeína pero con la advertencia de que puede tener efectos totalmente opuestos: mientras una persona cura su dolor de cabeza con una taza de café fuerte, otra, por el contrario, reaccionará con una migraña. Así, la cafeína puede actuar como analgésico o convertirse en amenaza. ¿Deben quienes sufren de migrañas suprimir todas las bebidas que contengan cafeína? Es una medida de prevención que aconsejan los médicos. Aunque debe advertirse que las personas afectadas suelen tener previa predisposición genética. Por ello, una vez pasados algunos días sin que se presente migraña, las personas pueden ir reintroduciendo con parquedad la cafeína. Una taza por día, por ejemplo, o cada dos días. Con frecuencia la reacción no es inmediata sino que demora horas y a veces días. Según la reacción que observen concluirán si la cafeína sí es la verdadera culpable o si deben buscar por otro lado.

Una segunda advertencia se relaciona con la cafeína y es la abstinencia que se resiente cuando se suspende de manera abrupta. La cafeína causa adicción, lo vemos en jóvenes que no pueden pasarse de gaseosas que la contienen. Para que no aparezcan los efectos desagradables de la abstinencia, la eliminación o suspensión debe hacerse de manera paulatina, poco a poco y mientras el cuerpo aprende a liberarse de la sustancia.

Y ya que mencionamos a los niños, es oportuno comentar que también ellos pueden sufrir de migrañas severas, muchas de ellas ocasionadas por intolerancias a reacciones adversas a algún o varios alimentos. Estos tienen en los menores de edad un poder quizá mayor para provocar migrañas. 

Entre las investigaciones más contundentes fueron detectados más d 50 alimentos que eran capaces de alterar la salud de los niños y niñas de entre tres y 16 años. Entre ellos se encontró que la leche de vaca era la más frecuente culpable, seguida por los huevos, el chocolate, las naranjas, el trigo, el queso y el tomate. Se encontraron igualmente en la lista las carnes de res y cerdo, el maíz, la soya, el maní, las papas, los duraznos y las manzanas y otras hortalizas lo mismo que el pollo y el tocino. En muchos casos, las reacciones eran bastante dramáticas por cuanto al dolor de cabeza se agregan crisis similares a la de la epilepsia. Al suspender los alimentos causantes del daño, tanto el dolor como las crisis desaparecieron.

A manera de orientación, se incluye acá la lista de los alimentos que desencadenan con mayor frecuencia las migrañas:
- La cafeína en café, té, helado y bebidas de cola
- El chocolate
- El queso, primordialmente el curado y el maduro
- El yogur y la crema agria
- Las nueces, incluida la mantequilla de maní
- Las carnes procesadas, curadas y añejadas (jamones, salchichas, tocino y otros)
- Bebidas alcohólicas, especialmente el vino rojo, la champaña
- El glutomato monosódico
- Los cítricos, la piña y los jugos de estas frutas
- Otras frutas como los higos, dátiles, ciruelas rojas, bananos, uvas pasas, aguacate
- Algunas verduras como las habas, las habichuelas, el repollo, la cebolla
- Panes hechos con levadura
- Aspartame

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