miércoles, 26 de marzo de 2014

Huevos: amigos ¿sí o no?

No existen dudas de que el huevo, y en especial la yema, es un alto proveedor de colesterol. Tan alto que una sola yema cubre las dos terceras partes del colesterol que se debería consumir en un solo día. Es decir que contiene 215 miligramos cuando el total recomendado es de 300.

Pero esto no justifica que se le haya condenado al fuego de la desdicha y el deshonor. Ni que se le haya condenado como alimento peligroso y prohibido.

De hecho, el huevo es un excelente alimento. Contiene todos los nutrientes esenciales menos vitamina C. Es rico en calcio, hierro y zinc y en colina, una de las vitaminas del complejo B. Es ademas bajo en calorías - 78 y 75 para un huevo duro y tibio respectivamente. En cuanto a la clara, que solo aporta 17 calorías y no contiene colesterol, se le considera como proteína casi perfecta. Ella es la que posee el mayor contenido mineral. Así, mientras los médicos aconsejan limitar a tres el consumo de yemas a la semana (aún para personas que tienen el colesterol alto), el concepto inverso se les atribuye a las claras: pueden ser consumidas varias al día y todos los días. Un excelente desayuno, por ejemplo.

Nutricionalmente no existen diferencias entre los huevos de cáscara roja y los blancos. El color de las orejas y las plumas de las gallinas determina el color de sus huevos. Así mismo, el color de las yemas en sí varía según la comida que se les da a las gallinas.

Más allá de la tasa de colesterol que aportan, los huevos tienen el gran inconveniente de despertar alergias e intolerancias. En algunos casos, las alergias pueden ser tan graves como las que ocasionan el maní y las habas crudas, con hinchazón en la lengua y la garganta y dificultad para respirar que exige la atención inmediata en un servicio de urgencias.

Es la albúmina contenida en la clara de los huevos la que provoca las alergias y la intolerancia. La reacción puede ser inmediata y benigna, como urticaria o prurito. Por lo general las reacciones se producen en los bebés a quienes se comienzan a dar alimentos distintos a la leche, motivo por el cual los pediatras aconsejan comenzar a darles solo la yema, media cucharita los primeros días, incrementando las cantidades a medida que el bebé se acostumbra y no se presentan reacciones, hasta llegar a la yema completa.

Retomamos el tema del colesterol y, de acuerdo con las investigaciones, concluimos que, si bien el aporte en colesterol de los huevos es bastante elevado, su consumo no contribuye a elevar las tasas de grasa en la sangre. Si lo hacen, después de un consumo más frecuente, las cifras solo se elevan  ligeramente. Este no es el caso de las grasas saturadas de origen animal que, ella sí inciden seriamente. Su poder para elevar el colesterol en la sangre es cuatro veces superior al de los huevos! Con el agravante adicional que influyen además en la elevación de las cifras del colesterol malo (LDL), ese sí peligroso para las arterias y la aparición de infartos y accidentes cerebrales. 

La observación se explica por el hecho de que, al comer un huevo, aún siendo alto en colesterol, el hígado de inmediato frena el bombeo de colesterol al flujo sanguíneo con lo que se logra mantener niveles iguales o apenas más superiores que los que había. Esto, por supuesto, significa una protección adicional a las arterias.

Cuando se habla de grasas saturadas de origen animal, se incluyen las grasas de las carnes rojas y del pollo (piel y muslos), y también la leche y los productos lácteos, crema, mantequilla, quesos añejos y yogures producidos con leche entera. Estos son los que recomiendan los médicos eliminar de las dietas cuando se registran altas cifras de colesterol. No hablan de eliminar el huevo sino de restringirlo.

Las investigaciones entonces redimen la fama de los huevos. Son necesarios y, se reitera, es conveniente incluirlos en la dieta de la familia. Finalmente, no todos en el núcleo familiar sufren de colesterol alto y sería una lástima privarlos de tan completo alimento por temor a que un día, por haberlo consumido, se les eleve el colesterol!

Punto adicional y más prosaico quizá, poco favor les harían a las madres al quitarles los huevos del menú cotidiano, recurso con el que cuentan para las comidas de los muchachos. Tortillas, tortas, soufflés hasta pasta llevan huevos como ingrediente principal!

Aún así, tampoco es bueno para los adultos excederse en el consumo de los huevos ni de ningún alimento con colesterol que no sea de origen animal. Ese exceso puede dar lugar a enfermedades cardíacas por cuanto estimula la formación de coágulos. Se ha demostrado que la vida de los grandes consumidores de colesterol -más de 700 mgs al día- se acorta en un promedio de tres años.

Pero, por otra parte, y siempre incluyendo los huevos entre los productos ricos en colesterol, se ha establecido que éste es indispensable para muchas de las funciones del organismo. Entre éstas, la de transportar sustancias como las hormonas. Así que eliminar los alimentos ricos en colesterol puede llegar a ser peligroso. Quien nunca los consume podría llegar a sufrir de una deficiencia de colina lo que ocasionará daños hepáticos. La colina, como visto,una de las vitaminas del complejo B, está concentrada en algunos alimentos entre los cuales los huevos y el hígado. La falta de la misma no solo afecta al hígado sino también al cerebro. La vitamina se transforma en acetilcolina, transmisor de las neuronas o células cerebrales. Su deficiencia lleva a falta de concentración y trastornos de la memoria. Podría ser una de las causas en el origen de la enfermedad de Alzheimer.

¿Qué conviene a la hora de comer huevos?

- Cocinarlos de manera ingeniosa. Si los quiere revueltos o fritos, utilice un sartén antiadherente con una mínima cantidad de aceite.
- Existen en el mercado huevos "enriquecidos". Con una dieta especial dada a las gallinas, éstas ponen huevos más bajos en colesterol y más altos en ácidos grasos omega 3, bueno para el corazón.

¿Y qué no conviene?

- Los huevos fritos. En sí, ya lo vimos, los huevos no son malos. Otro cantar es el cocinarlos en mantequilla... Ahí sí serán prohibitivos!
- Combinaciones a evitar: huevos con salchichas, tocineta, carne, queso. Opte más bien por hacer una tortilla con espinaca y tomate, champiñones y cebolla. 

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