Como niños caprichosos, podríamos exigir variar cada día nuestros alimentos y negarnos a repetir una o más veces las verduras y frutas que acompañan las comidas.
Y lo maravilloso es que, perteneciendo todos a una misma familia -la de las verduras por ejemplo- poseen similitudes unos con otros pero, así mismo, tienen riquezas propias a cada uno lo que significa una muy amplia protección para nosotros.
Hoy tenemos otra serie de verduras. Así que, sin tanto hablar, comencemos a exponerlas.
- Pimentones. Son antibacteriales y también antioxidantes. Son especialmente benéficos para las vías respiratorias, actúan como descongestionantes además de ayudar a la prevención de la enfisema y la bronquitis. La páprika, procesada a partir de pimientos picantes tiene los poderes naturales semejantes a los de una aspirina y puede ser útil en el tratamiento de las migrañas y el dolor en las articulaciones. El pimentón, que es muy rico en vitamina C, acelera el metabolismo y por ello se le considera apropiado en los tratamientos contra la obesidad. Ayuda así mismo a evitar los coágulos sanguíneos. Las cualidades de esta verdura son atribuidas a una de sus sustancias -capsain- responsable del sabor picante. Esta sustancia lleva a las células cancerosas que atacan la próstata a "suicidarse"... Mientras que otras investigaciones han concluido que igualmente actúa con células malignas de distintos cánceres. Sin embargo, y esta es una advertencia, el abuso del pimentón picante podría ayudar al desarrollo del cáncer de estómago.
- Cilantro. Esta pequeña y modesta hoja tiene cualidades insospechadas. Ya en el siglo XVI era cultivada por los persas. El cilantro es rico en vitamina C, betacaroteno, calcio y fósforo. Puede contribuir a bajar los niveles de colesterol y glicemia en la sangre lo que la hace valiosa en el tratamiento de la diabetes y la hipoglicemia. Contiene además poderes como antibiótico que lo haría benéfico en el tratamiento de las infecciones por salmonela y las gastroenteritis.
- Cocombro o pepino. Fue utilizado en las antiguas civilizaciones egipcia, griega y romana no solo como alimento sino también por los beneficios que se derivan de su aplicación sobre la piel. De hecho, aún hoy es utilizado en caso de ojeras pronunciadas, quemaduras por el sol y dermatitis. Es refrescante. El cocombro puede ser agregado con generosidad en las dietas para adelgazar por cuanto es muy bajo en calorías. Contiene vitamina C que lo hace aún más propicio para calmar las irritaciones de la piel. La piel del pepino es rica en fibra, silicio, potasio y magnesio. Contiene además triptófano. Ha sido tradicionalmente utilizado en el tratamiento de la fiebre alta, estreñimiento, tensión arterial alta, reumatismo y obesidad. Es diurético y ayuda al tratamiento de las irritaciones del tracto urinario.
- Berenjenas. Utilizada en abundancia por los pueblos del Mediterráneo, la berenjena contiene sustancias conocidas como glicoalcaloides, las que han sido aplicadas en forma de emplastes para tratar algunos cánceres. Las berenjenas pueden ayudar a bajar los niveles del colesterol y contrarrestan otros efectos nocivos producidos por el consumo de grasas saturadas. Tienen propiedades antibacteriales y diuréticas. Su fama se extiende igualmente al hígado por cuanto muchos consideran que una cocción hecha con la pulpa de la berenjena ayuda a protegerlo.
- Hinojo. Esta es una verdura que no goza de la popularidad de otras como el apio o las lechugas. Sin embargo, sí es bien conocida por los pueblos mediterráneos, especialmente por los italianos. Es muy rica en vitamina C, fibra, potasio, manganeso, folatos y molibdeno. Contiene además varios fitonutrientes que lo convierten en un poderoso antioxidante. El hinojo es fuente rica de niacina, fósforo, calcio, magnesio hierro y cobre. Gracias a su alto contenido en fibra, se le conoce como protector contra el cáncer de colon. También, gracias al folato, es capaz de proteger la integridad de las arterias lo que ayuda a disminuir, de manera significativa, los riesgos de infarto. Igualmente, y gracias a su contenido en potasio, contribuye a disminuir la hipertensión arterial.
- Ajo. Muchas veces lo hemos mencionado como el regente del mundo de los vegetales, gracias a sus cualidades óptimas. Comenzando por el hecho de que se le considera como un antibiótico de amplio espectro, antiviral, combate los parásitos intestinales, fortalece el sistema inmunitario. Ayuda a combatir el colesterol alto así como los coágulos sanguíneos y con ello es protector del corazón. Tiene varias sustancias protectoras contra el cáncer. Es bueno para combatir los resfriados, actúa como descongestionante, antiinflamatorio y contra los espasmos. Ayuda igualmente contra la flatulencia y la diarrea. Pero atención: más de tres dientes de ajo al día pueden tener el efecto contrario de causar molestias por gases, diarrea y hasta fiebre! Consumir ajo ayuda a equilibrar los estados de ánimo y a proporcionar sensación de calma y tranquilidad.
- Champiñones. Se incluyen todos los champiñones comestibles, incluidos los asiáticos como el shiitake. En Asia se le utiliza para el tratamiento del infarto cardíaco y contra el cáncer. Algunos champiñones ayudan a curar enfermedades virales como la influenza y el polio, ayudan a bajar los niveles del colesterol en la sangre y la hipertensión arterial así como la formación de coágulos. Hasta el momento, no se les han encontrado cualidades terapéuticas a los champiñones que comúnmente se encuentran en el mercado Por el contrario, se les podría estar acusando de ser perjudiciales cuando son consumidos crudos. Los champiñones en general son muy bajos de calorías y algunos de ellos aportan vitamina K.
- Cebolla. Esta es otra de las grandes estrellas del mundo vegetal. Sus atributos son compartidos por todas las clases de cebollas, incluido el cebollín y las echalotas. Son antiinflamatorias, antivirales, antibióticas. Desde los tiempos más remotos tienen fama de curar una serie de enfermedades. Son especialmente ricas en antioxidantes y otros agentes anticancerosos. Las echalotas así como las cebollas amarillas y rojas -no las blancas- son ñas más ricas en nutrientes como la quercetina. Entre sus propiedades están las de combatir el colesterol alto y elevar el colesterol bueno (HDL). Ayudan a tratar la bronquitis crónica, el asma, la fiebre alta, diabetes, aterosclerosis y varias infecciones. Existen evidencias de que tanto las cebollas como los puerros contribuyen a incrementar las cantidades de bacterias benéficas en el colon. De allí que se les recomiende de manera especial cuando se somete una persona al tratamiento con antibióticos, los que causan daño a dichas bacterias. Atención: las cebollas pueden producir flatulencia y reflujo.
- Perejil. Esta es otra de las modestas pequeñas hojas que esconden cualidades inmensas. El perejil es una excelente fuente de vitaminas A, C y K, hierro y folato. Es igualmente rico en el antioxidante flavonoides que ayuda a combatir los radicales libres asociados con el cáncer, los trastornos cardíacos y el envejecimiento. Puede inhibir la aparición de células cancerosas en los pulmones, y neutralizar elementos cancerígenos derivados del hábito de fumar y del mismo cigarrillo. Es una muy buena fuente de ácido fólico especialmente útil en la prevención del cáncer de colon y útero. Atención: contiene oxalatos que pueden hacer daño a ciertas personas.
- Ahuyama. Recibió grandes homenajes en el pasado mes de octubre por aquello de ser el mes de las brujas... Y sin embargo, de brujas no tiene nada ni en su pulpa ni con sus semillas! Por el contrario, la ahuyama es rica en hierro, zinc, fibras y carotenos que protegen a las células contra los daños producidos por los radicales libres en cuanto a envejecimiento, la formación de cánceres y los infartos. Es igualmente rica en antioxidantes como la luteína y la zeaxantina que impiden a los radicales libres de atacar los ojos con la formación de cataratas y degeneración macular.
En cuanto a las semillas de la ahuyama, son excelente fuente de fósforo, magnesio y manganeso y, en menores proporciones, de zinc, hierro, cobre y vitamina K. Contienen proteínas y ayudan a combatir los problemas de la próstata y la vejiga. A un mismo tiempo, ayudan a combatir los trastornos musculares y esqueléticos porque contienen sustancias antiinflamatorias. Son utilizadas en algunas culturas para combatir los parásitos intestinales. Son altas en fitosteroles lo que las convierte en protectoras contra ciertos cánceres. Contienen triptófano y con ello ayudan a combatir la depresión.
- Espinaca. Que nos recuerdan al marino Popeye, su pipa y sus brazos musculosos... Son excelente fuente de antioxidantes y de sustancias anticancerosas, incluyendo el betacaroteno y la luteína. Son ricas en fibras y ayudan a reducir los niveles de colesterol en la sangre. Algunos de sus antioxidantes son destruidos con la cocción por lo cual se recomienda consumir cruda o apenas cocinada.
- Tomate. Algunos se han atribuido la absurda iniciativa de desaconsejar el consumo de tomates con el pretexto de que son perjudiciales! Es absurda porque los tomates son una de las verduras más benéficas. Son ricos en vitaminas C, A y K, en minerales como el boro, cobre, molibdeno, potasio, hierro, magnesio, manganeso, fósforo, fibras, proteínas, cromo, folato y vitaminas B1, B2, B3, B5, B6 y E. Uno de sus componentes, el caroteno licopeno es un poderoso antioxidante y ayuda a prevenir los daños en el DNA asociados con el envejecimiento. Este licopeno es protector contra varios cánceres incluidos el de próstata, colonorectal, seno, endometrio, pulmones, páncreas. Cuando se comen junto con aguacate, aceite de oliva y/o nueces, su potencial se multiplica por cuanto los carotenos son solubles en grasa y absorbidos por ésta.
Una de las maravillosas ventajas del tomate es que conserva todas sus cualidades tanto crudo como cocinado, en salsas, purés, sopas, concentrados y jugos. Se aconseja comer con su cáscara aunque para muchos es más fácil digerirlo pelado y sin semillas.
En cuanto a las semillas de la ahuyama, son excelente fuente de fósforo, magnesio y manganeso y, en menores proporciones, de zinc, hierro, cobre y vitamina K. Contienen proteínas y ayudan a combatir los problemas de la próstata y la vejiga. A un mismo tiempo, ayudan a combatir los trastornos musculares y esqueléticos porque contienen sustancias antiinflamatorias. Son utilizadas en algunas culturas para combatir los parásitos intestinales. Son altas en fitosteroles lo que las convierte en protectoras contra ciertos cánceres. Contienen triptófano y con ello ayudan a combatir la depresión.
- Espinaca. Que nos recuerdan al marino Popeye, su pipa y sus brazos musculosos... Son excelente fuente de antioxidantes y de sustancias anticancerosas, incluyendo el betacaroteno y la luteína. Son ricas en fibras y ayudan a reducir los niveles de colesterol en la sangre. Algunos de sus antioxidantes son destruidos con la cocción por lo cual se recomienda consumir cruda o apenas cocinada.
- Tomate. Algunos se han atribuido la absurda iniciativa de desaconsejar el consumo de tomates con el pretexto de que son perjudiciales! Es absurda porque los tomates son una de las verduras más benéficas. Son ricos en vitaminas C, A y K, en minerales como el boro, cobre, molibdeno, potasio, hierro, magnesio, manganeso, fósforo, fibras, proteínas, cromo, folato y vitaminas B1, B2, B3, B5, B6 y E. Uno de sus componentes, el caroteno licopeno es un poderoso antioxidante y ayuda a prevenir los daños en el DNA asociados con el envejecimiento. Este licopeno es protector contra varios cánceres incluidos el de próstata, colonorectal, seno, endometrio, pulmones, páncreas. Cuando se comen junto con aguacate, aceite de oliva y/o nueces, su potencial se multiplica por cuanto los carotenos son solubles en grasa y absorbidos por ésta.
Una de las maravillosas ventajas del tomate es que conserva todas sus cualidades tanto crudo como cocinado, en salsas, purés, sopas, concentrados y jugos. Se aconseja comer con su cáscara aunque para muchos es más fácil digerirlo pelado y sin semillas.
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