Ellos también, los niños en edad de ir a la escuela, necesitan de un gran cuidado en su alimentación. De hecho, entre mejor bagaje lleven en su organismo -bagaje de vitaminas, minerales, energías, proteínas, etcétera- mayores probabilidades de ser buenos estudiantes tendrán.
Es una realidad. ¿O acaso es fácil encontrar a un niño que va a la escuela o colegio con el estómago vacío destacarse por ser un excelente estudiante? Difícil para cualquiera, y peor aún para un niño, destacarse en cualquier actividad cuando se anda con el estómago vacío! Y no solo porque no se ha desayunado, sino porque la alimentación en general es deficiente, pobre y escasamente nutritiva.
¿Cómo debe alimentarse un niño? Hablamos de los que andan entre los 5 y los 12 ó 13 años. La edad escolar en pleno. Ya cuando llegan a la adolescencia, cambian sus necesidades y, por supuesto, sus hábitos y gustos.
Un niño que llega a la escuela -o colegio- necesita más calorías, un montón de vitaminas B, y mucho hierro para mantener lubricados su cuerpo y su cerebro y para su desarrollo.
Esto se traduce en que es conveniente que se le proporcionen frutas secas (albaricoques, uvas, dátiles, ciruelas), pan integral o hecho con multicereales, pescados grasos como el salmón y las sardinas, carne roja y pollo, arroz, papas y leguminosas. A ellos se han de agregar verduras de hojas verdes grandes, queso, yogur y leche, nueces y semillas exentas de sal. Como ejemplo, de pueden indicar las hamburguesas hechas en casa -con carne comprada por usted- y filetes de pescado apanados en casa también. Ambos serán mucho más saludables si se les prepara en casa que si se les compra ya listos. Y de vez en cuando -por qué no!- unas papas fritas para complementar, junto con una verduras, una cena que les parecerá exquisita.
Esta es una etapa en la que sería muy conveniente que las comidas se tomaran con los miembros de la familia reunidos. Es cierto que, con frecuencia, surgen inconvenientes: el trabajo de los padres es uno de ellos, el hecho que los niños almuercen en el colegio es otro. Pero se ha de procurar, en la medida de lo posible, tener una o dos comidas diarias con todos reunidos alrededor de la mesa.
¿Qué le significará al niño el estar con uno o ambos padres tomando sus alimentos? Mucho:
- Le impedirá servirse en su plato e ir a almorzar o cenar frente al televisor, o lo que es peor, frente a la pantalla del computador.
- Le enseñará a comer todas las variedades de verduras y frutas.
- Le mostrará además lo que significa comer de manera saludable y equilibrada.
- El diálogo será muy útil para mejor conocerse y descubrir las dificultades, problemas o complejos que el niño (a) encuentra en el colegio.
- Eliminará la tentación de llenarse con paquetes de fritos y/o con galguerías, galletas, caramelos y demás.
- Por demás, usted estará seguro y tranquilo de que los alimentos le proporcionarán las vitaminas y minerales que requiere para su crecimiento y desarrollo. Un niño bien alimentado, con amor, es un niño generalmente feliz.
¿Cómo enseñarle mejor a comer bien?
Existen dos maneras fundamentales: llevarlo al mercado a hacer las compras e invitarlo a que lo (o la) acompañe a preparar la comida.
Cuando va al mercado, es lógico que el niño (a) se antoja de cuanto ve pero precisamente es a usted a quien corresponde limitar sus antojos. Y presentarle alternativas. En vez de un paquete de fritos, por ejemplo, ofrecerle unas tostadas de pan integral que se untarán en casa con mantequilla y queso. O de pronto mermelada o miel. En vez de jugos embotellados, un yogur natural al que se mezclarán, en casa, distintas frutas según el gusto del niño.
El hecho de que el (o la) menor entre en contacto con los productos le hará tomar consciencia de cómo son los alimentos, de dónde provienen, cómo se deben escoger, cómo se programará el menú de la semana...
Y luego si usted tiene paciencia para invitarlo (a) a la cocina, sus conocimientos se ampliarán aún más. Además de que el hecho de "cocinar" juntos creará entre ustedes un ambiente de camaradería que le hará confiar aún más en usted. Le hará comprender que en usted encuentra a una amiga (o) y que él tiene mucha importancia para usted. Y, por qué no, sembrará en él o ella las primeras semillas para que, en el futuro, cuando esté lejos de casa, pueda valerse por sí mismo para preparar sus alimentos. Sin tener la triste sensación de haber caído en la orfandad...
No siempre comerán en casa. Quizá con alguna frecuencia, decidan salir a restaurantes. Será un momento de gran placer para todos siempre y cuando logren armonizar los humores de cada cual.
Por ejemplo: si los negocios no andaron bien esta semana pasada, si uno de los muchachos no logró clasificar en una materia con nota suficiente, si a la niña se le perdió un arete mientras estaba en el curso de gimnasia...
Todos podemos tener problemas. Pero, qué tal si hacemos un gran esfuerzo y dejamos esos sinsabores por fuera del restaurante, los alejamos de ese momento de intimidad que debe más bien destacarse por la alegría y la posibilidad de dialogar...
Saber escoger el restaurante y el tipo de comida que ofrece es otra forma más de enseñarles a los hijos (as) a bien comer. No es grave si una vez muy de vez en cuando van a comer todos juntos una hamburguesa, con papas fritas, gaseosa y helados o pasteles de manzana. La diversión también entra en los ámbitos de la familia!
Sin embargo, mejor es llevarlos a restaurantes en donde puedan escoger platos saludables. Hablemos, a manera de ejemplo, de un restaurante italiano en donde muy seguramente encontrarán pasta de distintos tipos y salsas variadas, más un buen pedazo de carne o pollo, quizá camarones o calamares, más una gran ensalada o verduras cocinadas.
Las opciones son múltiples. Están los restaurantes asiáticos, algunos con los sushi, están los mediterráneos con s variedad de verduras y carnes. Y aún más, están los vegetarianos en donde se encontrarán con la posibilidad, muy saludable, de comer proteínas vegetales.
¿Todo este cuidado es importante realmente para la salud de los hijos (as)?
Claro que sí. Con solo pequeños cambios tanto en sus compras como en su manera de cocinar, como en la selección del restaurante, cada detalle ayudará a construir en ellos una mejor salud mental y física y un gran bienestar.
Ustedes mismos, los padres, se darán cuenta de como sus hijos (as) evolucionarán mejor. En pocas semanas habrán ganado en seguridad y confianza en sí mismos, sus notas o calificaciones se habrán mejorado y a los muchachos no les dará miedo reírse y enfrentar la vida con alegría.
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