¿Por qué tantas veces se nos recomienda comer pescado y frutos de mar? ¿Qué beneficio nos aportan y qué ventajas ofrecen con respecto a la carne roja?
Muchos son los hogares en donde no se suele consumir pescado y en donde solo muy de vez en cuando, y si acaso, se compran camarones y, en los días festivos, de grandes celebraciones, se piensa en la langosta.
Esto puede suceder con mucha frecuencia en aquellos países que no tienen acceso al mar. Es comprensible. Pero igualmente puede darse en hogares en donde no es tradición buscar productos del mar. Porque se les da prelación tanto a la carne roja como a los pollos. Y porque, lo reconocemos, por desconocimiento, se ha cultivado cierto temor con respecto al pescado: si está fresco o no, si se puede comprar congelado, mejillones y ostras que pueden averiarse con tanta facilidad, camarones y langostinos que no se sabe muy bien cómo preparar, etcétera.
Conceptos todos muy válidos pero que deben descartarse. Ante todo, se han de adquirir todos estos productos de mar en almacenes de reconocida experiencia y trayectoria, con sistemas de refrigeración y congelamiento óptimos. Luego, se deben preparar con precauciones básicas, y éstas se aprenden siguiendo los consejos bien sea de un nutricionista, de expertos en culinaria o los que vienen anotados en libros y revistas.
¿Por qué comer pescado?
Porque el pescado es una fuente excepcional de proteína y minerales. Los peces marinos contienen además una gran cantidad de iodina. En todos los peces se encuentran vitaminas B, y el aceite que contiene la mayoría de ellos son fuente magnífica de vitaminas A, D y E, así como de omega 3, ácido graso esencial, ajeno a toda saturación.
Es cierto que, hoy, existe la preocupación de que muchos de los pescados en el mercado han tenido una cantidad variable de contaminación con metales pesados como el mercurio. De allí que sea importante tratar de conseguir peces de los criaderos particulares y aquellos de fuentes orgánicas. No es fácil. Pero se debe tener en cuenta que los riesgos de contaminación no siempre prevalecen sobre los beneficios que aporta la carne de pescado. De todos modos, el consejo es, en caso de dudas, de no consumirlos todos los días sino dos o tres veces por semana.
En algunos países, se ejercen controles severos sobre la posibilidad de contaminaciones. Demos el ejemplo del atún enlatado que es generalmente monitoreado para desechar aquellas piezas que son contaminadas.
El pescado de carne blanca no pertenece al grupo de los pescados grasos. Por el contrario, tienen una carne magra, pobre en calorías pero llena de proteínas y de vitaminas B. Por otra parte, y es una de sus desventajas, no aportan hierro ni vitamina A. En términos generales, no aportan vitaminas que se metabolizan en la grasa.
Salvo raras excepciones, estos pescados son recomendados para las personas que están en dieta para adelgazar y en aquellas que tienen niveles altos de colesterol.
Los pescados de carne grasosa como el salmón, las anchoas, las sardinas aportan una cantidad alta de omega 3, esencial para mantener las células de todo el cuerpo saludables, para el desarrollo y protección del cerebro, para las funciones cognitivas y, en general, para todo el organismo. Estas grasas esenciales contribuyen a proteger contra la aterosclerosis, la artritis y la artritis reumatoidea, los dolores de pecho, los problemas de aprendizaje y comportamiento, el eccema y la psoriasis.
Así como aportan vitamina D, varios de los pescados grasos -entre los cuales las sardinas enlatadas- aportan calcio. El atún enlatado aporta muchas menores cantidades de vitamina D y ácidos grasos esenciales que el pescado fresco por cuanto, al ser enlatado, se le quita la gran mayoría de su contenido en aceites.
Los pescados grasos son igualmente ricos en minerales como hierro.
Cuando compre pescados enlatados, evite aquellos que son preservados en aceites vegetales y prefiera los que están en aceite de oliva, girasol y soya. Los demás aceites pueden tener grasa saturada.
Otros productos de mar tales como los crustáceos y los moluscos. Entre los primeros encontramos los camarones, langostinos, langostas, cangrejos. Entre los segundos, o moluscos, están los mejillones, ostras, escalopes, y otros.
Todos ellos son muy buena fuente de proteínas y de otros nutrientes. Sin embargo, los moluscos aportan mayores cantidades de hierro y zinc, vitamina A. Usted se podrá sorprender al enterarse que las ostras aportan tanto hierro como una tajada de carne roja.
Usted puede consumir con frecuencia tanto los crustáceos como los moluscos. Sin embargo, debe tener en cuenta de no abusar de ellos por cuanto algunos de ellos -como los langostinos y cangrejos- tienen un alto contenido en colesterol. Quienes sufren de altos niveles de colesterol en la sangre deben evitar su consumo exagerado, sobre todo aquellas personas que heredaron el colesterol, lo que significa que lo tienen como problema de familia.
Aún así, comer de vez en cuando ostras o camarones resulta muy benéfico tanto para el corazón como para el cerebro. Se debe tener en cuenta que la mayoría de los productos de mar ayudan a bajar los niveles del colesterol malo LDL en la sangre. Además, se cita como otro de los beneficios de estos alimentos, el de ser ricos en selenio.
Tener en cuenta que:
- Tanto el pescado como los demás productos de mar son causa frecuente de alergias. Si usted reacciona mal cuando los consuma, evite comerlos una segunda vez.
- Algunos pescados contienen un químico natural conocido como purina que puede resultar perjudicial para quienes sufren de gota. Deberían entonces evitar lo que es arenques, caviar, taramasala, anchoas, sardinas, salmón, escalopes y mejillones.
- En cambio si sufre de otro tipo de artritis, consumir pescado grasoso acaba siendo muy benéfico pata calmar la reacción inflamatoria de las articulaciones.
- Si consume pescado u otro producto de mar congelado es muy importante comerlo tan pronto lo descongele y nunca volverlo a congelar porque puede volverse tóxico.
- Las formas más adecuadas de preparar el pescado para que no pierda sus nutrientes es asado al horno o sobre paila Es preferible no cocinarlo en agua ya que pierde muchos minerales.
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