Los adultos mayores. La soledad y la tristeza son quizá los disparadores de muchas de las enfermedades que los aquejan. Demasiado frecuentes, carcomen los estados de ánimo y las mismas ganas de vivir, alteran la salud y abren las puertas a una mayor depresión.
Piense que no es usted el único, o la única en sentirse así. Como usted, son muchos los que atraviesan los años dorados en medio de la pesadumbre y la sensación de no futuro, de ausencia de esperanzas, de vacío.
Que otros lo compartan no es un consuelo, es cierto. Sin embargo, significa que aún con el cansancio, por encima de éste, su deber -consigo mismo- es luchar. Mantener una rutina de ejercicios, de salidas, de distracciones o pasatiempos amables. Cuidar se su dieta y de sus horas de sueño. Todo esto es importante para mantener su salud y alejar la enfermedad y un más rápido envejecimiento. Y un detalle adicional: recordar que cada edad tiene sus inconvenientes pero también puede ofrecer alegrías y compensaciones. Mientras hay vida hay esperanza y posibilidad de seguir construyendo.
Hombre o mujer, no importa. El cuerpo cambia, el organismo también, igual que la mente. Es un momento en el que la nutrición juega un papel primordial. Y aquí vemos por qué.
Aún si se encuentra solo, o sola, evite omitir alguna de las comidas. La dieta debe mantenerse completa y equilibrada. Con todos los nutrientes que requiere para que su sistema de defensas siga protegiéndolo y para que usted se mantenga en forma.
Por eso, y aunque muchas veces no tenga buen apetito, manténgase con la rutina de las tres principales comidas, más dos adicionales, una a media mañana y la segunda entre el almuerzo y la cena. Es cierto que los componentes de esas comidas pueden variar, no importa mientras lo que come sea nutritivo y suficiente. A veces, una ensalada fresca, compuesta con varias verduras crudas y cocinadas, más un buen pedazo de queso, una tajada de pan integral más una fruta y unas nueces y semillas pueden ser suficientes. Tampoco es necesario atiborrarse. Hoy, más que nunca, coma "con la cabeza": analice lo que cada alimento contiene y le aporta, observe si le conviene y lo digiere bien, y trate de variar. Y una observación que resulta pertinente: en este momento, usted ya no solo es lo que come. Usted es lo que mejor y más absorbe de los alimentos. Esta es la clave: buscar los nutrientes sin que le falte ninguno.
Es cierto que el apetito puede haber disminuido dramáticamente. Muchas personas se disgustan cuando deben comer solas. Es igualmente cierto que puede tener problemas para masticar, intolerancias digestivas (que antes no tenía). De todos modos, haga un esfuerzo y busque la mejor manera de alegrar sus comidas.
Por ejemplo, si no quiere sentarse a una mesa grande, la mesa del comedor, consiga una bandeja bonita, alegre, disponga en ella los alimentos, agregue un florero con pequeñas flores multicolores. Que la servilleta también sea decorativa. Son detalles pero ayudan a que ese momento sea más placentero.
¿Qué comer?
Como dijimos, este es un momento en el que debe recibir un máximo de sustancias y nutrientes. Alimentos que usted digiera bien, que su organismo pueda absorber, y, algo muy importante, que sean fáciles de preparar porque, muy posiblemente, usted no quiere pasar mucho rato en la cocina.
Los alimentos vitales para usted, en estos años dorados, incluyen:
- Pollo y pavo. Le aportan proteínas bajas en grasa. Son rápidos y fáciles de preparar. Aportan además zinc, hierro y vitaminas B.
- Chicoria. Estimula el funcionamiento de la vesícula biliar lo que ayuda al buen funcionamiento del hígado. Además de la chicoria, coma con frecuencia verduras de hojas verdes oscuras como la espinaca y la acelga. Incluya también endivias, apio, ahuyama, cebolla y puerros. Ayudan a estimular la circulación sanguínea y el corazón. De vez en cuando, cocine alcachofas que, además de ayudar a luchar contra el estreñimiento, protegen contra las infecciones y son ricas en hierro.
- Frutas secas. Albaricoques, duraznos y nectarinas aportan energías, fibras y vitamina A. Los dátiles e higos son una excelente fuente de hierro y calcio.
- Ajo. Es el maestro de todos los alimentos que contienen cualidades terapéuticas. Úselo todos los días bien sea crudos (como parte de la vinagreta de las ensaladas) o cocinados, en guisos y sopas.
- Mijo, rico en proteínas, bajo en almidón. Contiene silicona benéfica para la piel, el pelo, las uñas y para las paredes de las arterias y venas.
- Avena. Excelente fuente de fibra soluble que ayuda a prevenir el estreñimiento. Rica en vitaminas de la familia B. Proporciona energía de lenta absorción que no eleva los niveles de insulina en la sangre. La avena es rica en proteína y minerales.
- Peras. Ricas en vitamina C y en azúcar de rápida absorción. Debe procurarse comerlas con la piel. Son ricas en potasio -importante si está tomando diuréticos, y buena fuente de pectina, fibra soluble.
- Fresas. Junto con los demás frutos rojos, son excelentes para proteger contra los trastornos de las articulaciones. Ayudan a combatir el ácido úrico.
- Cúrcuma. Protege contra el cáncer de estómago y tiene un efecto anti inflamatorio sobre el conjunto del sistema digestivo.
- Nabos. Poderosos para eliminar el ácido úrico y la gota. Ayudan igualmente para las articulaciones. Son útiles para las infecciones de pulmones. Son utilizados en algunas regiones europeas como tratamiento contra las bronquitis.
- Repollo y nabos. Así como el brócoli y el coliflor. Consúmalos siempre y cuando no le produzcan problemas digestivos. Son ricos en betacarotenos, mucha vitamina C y minerales.
- Peces grasos y otros frutos de mar. Como las ostras y mejillones, los langostinos y calamares. Especialmente benéficos para el cerebro ya que aportan buenas cantidades de ácidos grasos esenciales. Entre los pescados, incluya sardinas, salmón, arenques, atún fresco, anchoas y salmón.
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