No creo en los alimentos milagrosos. Pero sí pienso que cada alimento aporta una serie de beneficios que predisponen el cuerpo a funcionar bien. El Buen Comer garantiza salud sin olvidar, sin embargo, que múltiples circunstancias pueden interferirse en el camino. La alimentación por sí, sola, no es suficiente. Requiere de un completo equipo para que el juego pueda complementarse. Deporte, hábitos de vida, trabajo y ocio, mente, espíritu... Sin olvidar la influencia de la herencia.
Aún así, acá nos vamos a apropiar de uno de los capítulos del libro de Jean Carper, "Los Alimentos: Medicina Milagrosa". Habla acerca de 67 alimentos que califica como "comunes", y de su poder para combatir las enfermedades. Dice la autora: "Puesto que los alimentos son conjuntos complejos de sustancias químicas, no ejercen un efecto biológico aislado como sucede con los fármacos. Los alimentos estimulan diversas actividades biológicas".
Vale la pena complementar sus palabras mencionando el hecho de el "milagro" no se produce al comer de vez en cuando, un aguacate o unos fríjoles, o cualquier otro alimento. La rutina, los hábitos, la dieta completa que incluye todos estos productos a lo largo de la semana son los que aportan los beneficios. No es casualidad...
En esta primera entrega, tomamos algunos de los alimentos citados, los que pensamos que más se utilizan. Van por orden alfabético.
- Aceite de oliva. Protege las arterias, reduce el colesterol malo e impide que se transforme en su forma tóxica. Reduce la presión arterial y ayuda a regularizar el azúcar en la sangre. Tiene poder antioxidante y podría ayudar a prevenir el cáncer. Ayuda a combatir el estreñimiento.
- Aguacate. Es igualmente protector de las arterias ya que controla el colesterol malo. Dilata los vasos sanguíneos. Es un alimento completo y es un poderoso antioxidante gracias a uno de sus ingredientes que es también su grasa principal, el ácido oleico monoinsaturado.
- Ají. Parece haberse equivocado la creencia popular por cuanto el ají no lesiona el revestimiento estomacal ni promueve la aparición de úlceras. Es un gran aliado de las vías respiratorias: despeja los senos nasales, tiene efectos expectorantes, ayuda a prevenir la bronquitis, el enfisema y las úlceras gástricas. Su actividad farmacológica proviene de la capsina, el compuesto que le da el sabor picante. Tiene actividad antibacteriana y antioxidante. La páprika picante es rica en aspirina natural.
- Apio. En experimentos con animales, reduce la presión arterial. Tiene efectos diuréticos leves y, preparado como infusión, ayuda a combatir malestares estomacales. Contiene ocho familias de compuestos anticancerosos que podrían ayudar a combatir la toxicidad de agentes cancerígenos como la del humo y el cigarrillo.
Arroz. Tiene una actividad antidiarréica y posiblemente anticancerosa. El salvado de arroz es excelente para combatir el estreñimiento y tiene a frenar el desarrollo de los cálculos biliares.
Auyama. Muy rica en betacaroteno, antioxidante reconocido como protector contra enfermedades como los ataques cardíacos, el cáncer y las cataratas.
Avena. Cuatro cucharadas de avena al día, dos tazones de salvado de avena o tres tazones de la harina ayudan a reducir en un 10 por ciento los niveles de colesterol en la sangre. La avena tiene poderes antidepresivos y entre sus compuestos, algunos ayudan a combatir la necesidad de nicotina. Ayuda a estabilizar el azúcar en la sangre, y tiene actividad estrogénica y antioxidante. Puede producir intolerancia y causar malestar intestinal crónico.
Azúcar. Sedante, somnífero, analgésico, tranquilizante, antidepresivo, muy antibacteriano. Al igual que otros carbohidratos, promueve la formación de caries. Desencadena el aumento de glicemia y estimula la producción de insulina. Obviamente, prohibido para diabéticos.
Banano. Ayuda a calmar el malestar estomacal. Fortalece el revestimiento gástrico contra el ácido y las úlceras. Tiene actividad antibiótica. Por su alto contenido en potasio, es recomendado contra los calambres.
Batata. Fuente insuperable de betacaroteno y antioxidante, ayuda a prevenir la enfermedad cardíaca, las cataratas, los accidentes cerebrovasculares y algunos cánceres.
Berenjena. Ayuda a reducir el colesterol en la sangre y a contrarrestar algunos efectos nocivos de los alimentos grasosos. Ponerla a hervir y tomar de esa agua contribuye a limpiar el hígado. Tiene propiedades antibacterianas y diuréticas.
Brócoli. En los últimos años ha sido ampliamente divulgado como protector contra diversos cánceres, en especial el de seno, pulmón y colon. Contiene varios antioxidantes, todos poderosos, entre los cuales la quercetina, el glutatión, el betacaroteno, los indoles, vitamina C, luteína, glucarato y sulforafano. Es fuente de cromo y como tal ayuda a regular el azúcar en la sangre. Es recomendado consumirlo crudo o ligeramente cocinado en muy poca agua, pasado por aceite y asado en el horno o en el microondas.
Canela y clavos. La primera tiene una leve actividad anticoagulante y estimula la actividad de la insulina por lo que puede ser benéfica para quienes sufren de diabetes del adulto. En infusión ayuda a calmar los cólicos menstruales. La segunda, los clavos ayudan a eliminar el dolor de muela y son conocidos como antiinflamatorios contra las enfermedades reumáticas. Tienen efectos anticoagulantes.
Col o Repollo. Es asombrosamente rico en diversos antioxidantes y está dotado de los indoles cancerosos que regulan el estrógeno y contribuyen a repeler el cáncer de colon. Ocupa un lugar de preferencia en la prevención del cáncer. El coliflor, un primo cercano, también miembro de la familia de las crucíferas contiene compuestos anticancerosos y reguladores hormonales.
Cúrcuma. Es una de las especies medicinales más maravillosas del mundo. Su principal ingrediente activo, la curcumina, tiene tanta actividad antiinflamatoria como la cortisona y ha reducido la inflamación en animales y los síntomas de artritis reumatoidea en seres humanos. Entre otros de los beneficios que aposta están el de mejorar las defensas del estómago contra el ataque de los ácidos, limitar la formación de coágulos, proteger al hígado contra las toxinas y reducir la glicemia en diabéticos. Se le conoce una variada actividad anticancerosa.
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