¿O "chocolático"? Mejor dicho, ¿es usted adicto al chocolate?
Muchos lo somos por la sencilla razón de que el chocolate es adictivo. No tanto como podrían serlo los cigarrillos o el alcohol, pero lo es por cuanto, entre sus ingredientes, se encuentran sustancias, como el triptófano, que levantan los ánimos y transmiten una sensación de bienestar.
El chocolate: ¡ha sido tan vilipendiado a lo largo de décadas! Y sin embargo, lo han rehabilitado los científicos y sus investigaciones. Hasta el punto de haber sido clasificado por algunos como un "súper alimento".
Bueno, hay que recordar que en el siglo XVIII era administrado como un medicamento. ¿Contra qué males o enfermedades? No sabría decirlo. Por supuesto, en ese entonces, no debían existir las tabletas sofisticadas que tenemos hoy a nuestra disposición. Debían consumir los granos brutos de chocolate y, a creerlo por la fama que entonces se había ganado, les hacía sentir mucho mejor, si no muy bien.
El chocolate es un gran alimento del que no se ha de abusar. De todos modos, no debe olvidarse que es una mina de calorías (10 gramos de chocolate aportan 60 calorías, ¡igual que una manzana pequeña o medio banano! Y es, además, excesivamente rico en grasas. Grasas, éstas, no saturadas, pero grasas.
Otro inconveniente que tiene el chocolate atañe de manera especial a quienes sufren de migrañas. En efecto, es uno de los primeros alimentos que ordenan los médicos eliminar de la dieta por ser un muy frecuente detonador de los dolores de cabeza.
Pero, por lo demás, lo reitero, es un gran alimento. Aquí van algunos datos acerca de lo que significa, lo que aporta, y el por qué es un leve adictivo:
- Tanto el azúcar como la cafeína que están en el chocolate elevan los niveles de la glucosa en la sangre. El azúcar es absorbido en nuestro torrente sanguíneo como glucosa, mientras que la cafeína estimula la conversación en glucosa también de los carbohidratos almacenados (glicógenos). Y ambos, por supuesto, alteran los niveles sanguíneos en glucosa.
- Por supuesto, los niveles elevados de glucosa estimulan la producción de insulina y ésta, a su vez, eleva las cantidades de triptófano que las neuronas se apresuran en acaparar para convertirla en serotonina, una hormona benéfica para el cerebro.
- También el chocolate contiene una variedad grande de otros componentes, incluida la teobromina, que, junto con la cafeína, actúan como estimulantes. Entre las sustancias y componentes se incluyen las anandamidas, que tienen efectos sobre el cerebro similares al de la marihuana, más otras aminas que son producidas normalmente por el cerebro y que son secretadas en los momentos en que se incrementan los estados emocionales.
No hay entonces dudas acerca de que el chocolate mejora el estado de ánimo de las personas (entre paréntesis se recuerda que intoxica a los perros...). Pero surte mucho más efecto si se consume de vez en cuando que si se come todos los días.
Pero, si bien influye sobre el cerebro en la producción de la hormona del bienestar, la serotonina, no interfiere ni tiene que ver con las facultades cognitivas.
¿Cómo beneficia el chocolate al corazón? Porque aporta antioxidantes (polifenoles y flavonoides), igual que las frutas y verduras o el té verde.
La leche en el chocolate hace que éste aporte calcio, mientras que el chocolate negro u oscuro aporta magnesio, ambos minerales interesantes para el corazón. Claro que las cantidades no son mayores, pero de todos modos esos minerales incrementan las bondades del producto. El chocolate blanco, en cambio, es poco recomendado por cuanto uno de sus principales ingredientes es la grasa (manteca de cacao), y ésta es saturada.
¿Qué conviene mejor comer, el chocolate de leche o el negro?
Antes de responder, se establece que cualquier de los dos es muy superior a las tabletas que van elaboradas y rellenas con caramelo u otros productos (estilo Mars o Twix). Estas pueden tener igual cantidad de calorías pero tienen el riesgo de ser más fácilmente consumidas en su totalidad. Es fácil contentarse con pocos pedazos del chocolate sencillo, mas no lo es cuando se trata de las chocolatinas que, usualmente, son consumidas en su totalidad. Contienen además grasas que no son libres de saturación.
Contrariamente a lo que muchos piensas, el chocolate negro contiene igual cantidad de grasa que el de leche. Por lo tanto, son similares en su aporte en calorías.
Tanto el chocolate negro como el de leche son nutritivos. El primero contiene mayor cantidad de antioxidantes que el segundo, pero éste aporta el calcio. La cantidad de antioxidantes se incrementa en la medida en que el chocolate es más oscuro lo que significa que contiene más cocoa. Pero, a menos de escoger el oscuro con bajo contenido de azúcar, ambos aportan igual cantidad de calorías.
En cuanto a los minerales, el oscuro aporta más magnesio (50 mg. contra 89), más hierro (1.4 contra 2.3), más zinc (1.1 frente a 1.3), y más manganeso (0.22 contra 0.63).
Ahora bien, recuerde que el chocolate le produce adicción. Entre más come, más desea comer. El antojo crece en la misma medida en que crece el placer de consumirlo! Si por alguna razón decide dejarlo, bien sea porque le está haciendo ganar kilos o porque desea deshacerse de la adicción, sepa de antemano que le será complicado olvidarlo. Mas no le será imposible: unos días de antojo insatisfecho y los amores habrán llegado a su término...
Pero, al igual que lo que ocurre con los alcohólicos que dejaron su adicción para quienes queda prohibido volver a probar una copa, a usted también le será no prohibido sino desaconsejado regresar a sus amores. El chocolate volverá a atraparlo en sus redes, y ¡pobre de usted! La voluntad es a veces débil...
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