Gloria Moanack©
Imaginemos nuestro cuerpo como un gran poblado. Con parques y algún bosque, centros comerciales y conjuntos residenciales. Y, por supuesto, avenidas y callejuelas, ríos y lagunas.
La población es densa aunque, como suele suceder, se concentra en algunos ejes más que en otros. También aquí hay horas de mucho tráfico y vías congestionadas, y las hay lentas, tranquilas y solitarias.
Esta introducción tiene el propósito de presentarnos a uno de los personajes que habitan el poblado. El colesterol. Personaje controvertido que suscita pasiones radicalmente opuestas: hay quienes le temen y huyen, hay quienes se alzan de hombros y le dan la espalda. Hay quienes lo tienen malcriado, con galletas y ponqués, mientras que otros le dan rejo a lo largo del día.
El señor colesterol. Sustancia indispensable para la vida pero que, al menor descuido, se puede convertir en enemigo de la misma vida. Veamos de qué se trata: el colesterol es parte esencial de las membranas de todas las células del organismo. Pero no es solo eso pues cumple muchas funciones entre las cuales está la integración de una cantidad de hormonas que alimentan los distintos sistemas del cuerpo. Así mismo es precursor de las hormonas sexuales masculinas (testosterona), y femeninas (progesterona y estradiol), del cortisol y la aldosterona, e incentiva la secreción de ácidos biliares y la captación de vitamina D3.
Muchas funciones! Este señor es fabricado por el hígado en cantidades ampliamente suficientes para proveer a las necesidades del cuerpo. En algunas personas, y por factores hereditarios, se registra un desajuste y se incrementa la producción de manera exagerada.
En el cuerpo circula también el colesterol que proviene a través de la alimentación, y más concretamente con el consumo de alimentos de origen animal que contienen altos porcentajes de grasa (carnes rojas, jamones y similares, leche entera y sus derivados...) Es en este terreno en donde precisamente se origina el problema que le confiere al colesterol su mala fama: la superpoblación de colesterol desencadena graves riesgos para la salud. El exceso de colesterol comienza a adherirse a las paredes internas de las arterias, llegando a taponarlas y a impedir el paso de la sangre. De donde se derivan las rupturas de las arterias y los infartos cardíacos y cerebrales.
El colesterol se divide en dos fracciones principales: el colesterol de baja densidad (LDL por sus siglas en inglés), conocido como la fracción mala; y el colesterol de alta densidad (HDL), o colesterol bueno. Ambas fracciones son medidas en los exámenes de laboratorio y con ello se pueden deducir los riesgos: mientras los niveles del HDL se mantienen altos se considera que existe cierta protección para la arterias. Caso contrario cuando son altos los niveles del LDL. La alarma prende sus luces porque hay riesgo.
Y aquí va el papel que juegan las dos fracciones. Regresemos a las avenidas del poblado. Allí transitan el HDL y el LDL. Siguen distintos rumbos pero surcan las mismas avenidas -vasos sanguíneos. Mientras el colesterol malo se encarga de recoger la grasa del hígado para repartirla entre las células, el colesterol bueno transita por la vía inversa: recoge todas las grasas sobrantes de las células y las devuelve al hígado el que, a su vez, las procesa para que sean evacuadas como material inservible a través de la bilis y la materia fecal. De allí se deduce que, entre más camiones hay de HDL, mayor será la protección.
Aquí se incluyen algunas anotaciones:
- Las etiquetas de los empaques suelen anotar las cantidades de colesterol que existe en el alimento. Cuidado con las proporciones entre grasas insaturadas y grasas saturadas o hidrogenadas;
- Algunos alimentos tienen alto contenido en colesterol y sin embargo no hacen parte en la lista de los prohibidos. Huevos, langostinos, camarones y cangrejos: ofrecen tantas bondades que los médicos aceptan su consumo siempre y cuando sea esporádico. Respecto de los huevos, autorizan 3 yemas a la semana mas no limitan las claras que son excelente proteína y exentas de colesterol;
- El colesterol generalmente va acompañado de obesidad. Sin embargo, personas con peso adecuado o inferior pueden también registrar altos niveles de colesterol. Por lo general, intervienen factores genéticos;
- Grave: el colesterol ya no es exclusivo de adultos. Se registra en niños y adolescentes. Vida sedentaria, malos hábitos alimenticios son algunos de los culpables de ese desequilibrio;
- Con frecuencia el colesterol alto va acompañado de altos niveles de triglicéridos. esta es otra grasa que circula en la sangre y que se combate eliminando las bebidas alcohólicas, las mismas comidas que incentivan el colesterol alto, y eliminando o limitando el consumo de frutas, azúcares y harinas;
- Los niveles del HDL se pueden incrementar con el consumo de distintos alimentos entre los cuales el aceite de oliva, nueces y semillas (ahuyama y girasol).
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