martes, 19 de noviembre de 2013

Se escuchan mugidos...

  Gloria Moanack©

Desde el primer día de vida hasta el último. Esta debería ser la pauta cuando se habla de consumir leche, quesos, yogur y otros productos lácteos.

Adolescentes pueden pensar que ellos ya están muy grandes para seguir tomando "teteros". Adultos, igualmente, podrían suponer que aquello de la leche es solo para bebés y niños. 

La realidad es bien distinta. La leche y/o sus derivados deben estar en todas las mesas, en todas las épocas de la vida. Los adultos mayores la necesitan tanto como los niños en su etapa de desarrollo y crecimiento. Los adolescentes igual. Basta con el siguiente detalle: la osteoporosis, que tantos estragos está haciendo en la población mayor del mundo, se está registrando cada vez más en hombres jóvenes. Y sin embargo, puede prevenirse con un consumo suficiente de leche a lo largo de la vida.

¿Que usted no digiere la leche? Probablemente lo que no digiere es su lactosa, azúcar que le es propia. Para usted existe la leche y algunos de sus derivados deslactosados. ¿Que está pasado de peso y necesita perder unos kilos? Nada lo obliga a consumir la leche entera: usted tiene a su disposición la que es semi descremada, descremada, enriquecida con vitaminas y minerales, saborizada. ¿Qué otra excusa encontramos?

¿Qué aporta la leche? A pesar de que en sí no es un alimento completo, sus ventajas son muchas. Entre ellas:

- Aporta proteínas de buena calidad, aún si no alcanzan los niveles de la carne;
- Carbohidratos, y entre ellos el principal, la lactosa;
- Minerales: de los cuales, por supuesto, el calcio. De hecho, la leche es casi el único producto con tal cantidad de este mineral cuyas principales funciones son las de proteger y asegurar la salud de dientes y huesos;
- Otros minerales: fósforo, magnesio, potasio, cinc;
- Vitaminas: entre ellas las de la familia B: tiamina o B1, riboflavina o B2, Acido fólico o B9 y niacina. Aporta igualmente vitamina A.

Pero existen otras bondades. Gracias a su aporte en calcio y potasio, los productos lácteos podrían proteger contra las enfermedades cardio y cerebrovasculares. Cada producto lácteo consumido a diario podría reducir el riesgo de sufrir de diabetes, podría impedir el colesterol alto o, por lo menos, disminuir los niveles del colesterol malo LDL, y evitar la hipertensión arterial. En este aspecto el yogur parece jugar un papel más eficiente que la sola leche.

También los productos lácteos podrían proteger contra varios cánceres: colon, recto y en general tracto gastrointestinal. Esto ocurre no solo gracias al calcio sino, además al ácido linoléico, acido graso presente en pequeñas cantidades en los productos lácteos. Cuando el producto es fermentado, como ocurre en el yogur, las bacterias lácticas estimulan las defensas inmunitarias y absorben sustancias cancerígenas. Esto se observa de manera especial cuando se consumen ciertos alimentos considerados como probables cancerígenos como la carne asada o cocida al carbón.

Aquí viene un detalle importantes: durante los primeros años de vida, el calcio que aporta sirve para el fortalecimiento de los huesos y dientes, pero no solo para ello. En la medida en que el consumo es suficiente, se guardan cantidades importantes del mineral y esas son las reservas que serán utilizadas en la adultez. Sin embargo, a partir de la terceras década de vida, se comienza a perder la capacidad de almacenar reservas y, a medida que pasan los años, el calcio consumido es el único que provee a las necesidades cotidianas hasta el momento en que se comienza a utilizar las reservas. Cuando llega la mal llamada tercera edad y que las mujeres entran en la menopausia, el consumo cotidiano no alcanza a suplir las necesidades y, como las reservas han considerablemente disminuido, se recurre a los suplementos de calcio combinado con vitamina D. Esta ayuda a una más eficiente absorción del mineral.

¿Qué decir de los yogures?
Son excelentes. Existe la leyenda de que el yogur, que podría haberse originado en Bulgaria (de allí la denominación de bacilo búlgaro), fue y sigue siendo el feliz culpable de la extraordinaria longevidad de los habitantes de ciertas regiones búlgaras.

Cierto o no, el yogur ofrece múltiples ventajas, entre las cuales:

- El consumo diario ayuda a combatir el estreñimiento. Siendo causante de menos intolerancia que la leche, ayuda a la reconstrucción de la flora intestinal en circunstancias especiales como la toma de antibióticos;
- Aunque parezca contradictorio, resulta útil para corregir casos prolongados de diarrea y ayuda a combatir gérmenes;
- Fortalece el sistema inmunitario y ayuda a la lucha contra las infecciones;
- Una parte de los yogures presentes en el mercado han sido enriquecidos con cultivos probióticos, o bacterias activas, lo que incrementa sus beneficios para el tracto digestivo.

¿Y en cuanto a los quesos?

En su mayoría tienen la desventaja de ser ricos en grasas saturadas y, en consecuencia, poco recomendados para quienes tienen el colesterol alto. Por demás, su importante aporte en calorías implica mesura en el momento de consumirlo de manera especial para quienes buscan deshacerse de unos kilos. Basta con saber que un kilo de queso se hace con 7 botellas de leche!

Pero aquí también el mercado ofrece una inmensa variedad y se encuentran quesos hechos con leche semi descremada o descremada. El consumo de quesos es altamente recomendado, sobre todo por su aporte en calcio. Debe hacerse una distinción importante: en general, los quesos hechos con leche descremada aportan menos calcio que los restantes. Sin embargo, es importante saber seleccionar el queso que le conviene a cada uno y para ello, de nuevo, se hace énfasis en la necesidad de leer las etiquetas del empaque.

En general, los quesos con mayor aporte de calcio son aquellos de la familia del gruyere y del emental, y el parmesano. Es sorprendente: ese aporte llega a ser entre 10 y 20 por ciento superior al que se encuentra en los quesos restantes. Y atención: entre los que menos calcio aportan se encuentran los quesos mal llamados quesos para niños, que vienen en presentaciones bien definidas: cajas redondas y quesos triangulares empacados individualmente.

Una sugerencia: si usted es amante del queso, ponga a funcionar su imaginación y que se desate su creatividad. ¿Por qué no pensar en una pasta con parmesano, unas espinacas en salsa blanca (bechamel) cubiertas con queso, una ensalada griega con queso feta, ensalada de tomates con mozarela y aceitunas...

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